«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
descarada campaña a favor de la nueva Constitución

La Contraloría de Chile fiscaliza al Gobierno de Boric por intervencionismo electoral

El líder de Chile, Gabriel Boric. Reuters
El presidente de Chile, Gabriel Boric. Reuters

Durante el pasado miércoles, la Contraloría General de la República de Chile se instaló en el palacio presidencial, La Moneda, producto de denuncias que acusan de intervencionismo electoral al Gobierno de Gabriel Boric. Pues las últimas semanas ha tenido una desvergonzada agenda propagandística a favor de la opción “Apruebo”. Si bien, esta situación es inédita en la historia de Chile, nos devela los tintes autócratas y populistas de Boric, que utiliza el aparato estatal en todo su esplendor para que se apruebe la radical propuesta constitucional.

La semana pasada, en Chile fue polémica la vergonzosa utilización de una imagen intervenida —o photoshopeada— del cantante puertoriqueño Chayanne, subida en la cuenta personal de Instagram del presidente Boric y borrada momentos después. En ella, se veía al cantante que sostenía un texto de la propuesta constitucional con la frase “Cómo convencer a tu familia de votar Apruebo”. No obstante, la productora del cantante solicitó explícitamente que no vinculen su figura a campañas políticas, representando un revés para Boric.

Lo mismo ocurrió con la utilización de la camiseta de la selección de fútbol chilena, “la Roja”. Los diputados Karol Cariola (partido Comunista) y Vlado Mirosevic (partido Liberal) estamparon en ellas una gran letra “A” junto a la palabra Apruebo. Empero, desde la selección también condenaron la utilización de las camisetas que tienen la intención de unir a los chilenos.

De igual forma, el presidente Boric junto a sus ministros comenzaron una agenda populista muy activa, aprovechándose de un despliegue total que les otorga el aparato estatal. Han visitado distintas comunas, han hecho las reuniones del Comité Político fuera del palacio presidencial y han regalado el texto de la propuesta de Constitución. las mismas autoridades de Gobierno han autografiado aquellos ejemplares.  

Por su parte, la comunista Camila Vallejo (Secretaria General de Gobierno) y su par del Frente Amplio, Giorgio Jackson (Secretaría General de la Presidencia), han estado bajo la lupa por un “live” que realizaron en la plataforma de Instagram. En dicha transmisión hablaron sobre la Convención Constitucional, elogiando el —paupérrimo— trabajo de dicha institución.

Y, como si lo anterior no fuese evidencia necesaria para demostrar que el gobierno chileno ha optado por un populismo exacerbado y vulgar, tenemos el caso de la intervención de precios con el plan “Gas de Chile”, que busca vender gas natural a “un precio justo”, discurso que evoca los inicios de Hugo Chávez en Venezuela. Lo mismo se ve en el anuncio de copago cero al sistema de salud pública (FONASA) para los tramos C y D. Héctor Sánchez, experto en salud pública y ex superintendente de Salud, consultado por el medio El Líbero sostuvo que “no guarda relación la magnitud del anuncio con el efecto real sobre las personas” y que esto es “política pura, y lo que es peor, es política electoral”.

Por todo lo anterior, Jorge Bermudez, contralor general de la República, se instaló en La Moneda misma para verificar que el plebiscito se realice conforme a las normas democráticas. Por su parte, Bermudez sostuvo que “en el uso de recursos públicos, de horario laboral o en el ejercicio del cargo, las autoridades no pueden manifestar una opción por una u otra de las alternativas que puedan haber en una elección”. Es decir, las autoridades no pueden manifestar su preferencia —en esta ocasión por el Apruebo— y menos con recursos públicos.

Esta situación es inédita en la historia política de Chile, pues, hasta hace poco el país gozaba de una respetada institucionalidad y no se presentaban dudas en los procesos electorales. Por ello, las elecciones chilenas no han sido observadas por organismos internacionales como suele ocurrir con los países vecinos. No obstante, ante las amenazas de un posible fraude electoral enmarcado con los rasgos autócratas del Gobierno de Boric, han surgido voces que han solicitado que organismos internacionales sí observen el plebiscito del 4 de septiembre.

Desde luego, el desvergonzado y populista despliegue del Gobierno chileno demuestra cómo, una vez más, se falta a la democracia, ignorando toda costumbre republicana. Pero lo más lamentable es cómo desde la extrema izquierda han buscado manipular la realidad.

Una investigación del medio Ex-Ante dio a conocer una minuta reservada sobre la estrategia del oficialismo respecto de cómo mejorar con la alternativa Apruebo, pues, hasta el momento todas las encuestas dan como ganadora a la opción Rechazo. En su contenido se devela la intención de cancelar la diferencia (política) en la medida que, en lugar de aceptar alguna interpretación distinta del texto constitucional llaman a reducirla, siempre, a fake news.

Más grave aún, advierten que la proliferación de fake news (o lo que es lo mismo, de toda opinión crítica o contraria a la propuesta) acarreará violencia. Es decir, sibilinamente amenazan con responder y/o apoyar actos violentos en caso triunfe la opción Rechazo, o incluso que se podría desatar nuevamente una ola de insurrección.

En la misma minuta, además, se sostiene que las indicaciones son instalar que el Apruebo-Rechazo es un símil a Gabriel Boric versus José Antonio Kast y Sebastián Piñera. Por otro lado, buscan silenciar las polémicas como el intervencionismo del gobierno, la polémica de la camiseta de la selección chilena, y las declaraciones de Sergio Micco —exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos, quien señaló que estuvo presionado por la extrema izquierda cuando estaba en dicho cargo para las revueltas del 18 de octubre, y ahora que renunció dijo que irá por el Rechazo—.

En esta línea preocupa la reciente decisión sobre las ruedas de prensa, pues, las preguntas realizadas por los periodistas a Boric ahora son recibidas por un intermediario previo —quien puede modificarlas o censurarlas—. Esto último es grave, porque en numerosas ocasiones Boric ha desprestigiado a los periodistas que han sido imparciales en su trabajo, lo que se agudiza con la amenaza de un “manual para la prensa”, que no es más que el control del contenido de los medios de comunicación, como anunció Izkia Siches (ministra del Interior) a mediados de marzo pasado.

En suma, no cabe duda que el gobierno de Boric está plasmando un populismo con tintes autócratas. Porque, tal como dijeron en el Comité Central del Partido Comunista, en mayo pasado: “Aprobar la nueva Constitución es «la batalla de las batallas»”. Esto nos devela que la extrema izquierda está desesperada por que se apruebe la propuesta constitucional el 4 de septiembre, porque comprenden que es la única forma de cristalizar su radical agenda.

Por consiguiente, no es temerario advertir que un sector del Apruebo, en el caso de que sean derrotados, pueda desconocer los resultados del plebiscito. Porque han llegado tan lejos en sus medios y fines, que no podrían tolerar que la ciudadanía rechace su propuesta constitucional. Claramente, este es un posible escenario pero no debe amedrentar a los chilenos a votar Rechazo, porque la propuesta que presentó la Convención Constitucional representa un completo retroceso para el país, tal como sostuvo recientemente el Wall Street Journal que advirtió que dicha propuesta constitucional puede “destruir la economía y la democracia”.

A propósito de todo lo expuesto, y si se llegara a aprobar el proyecto constitucional, no hay duda alguna de que se generaría un estatismo exacerbado, que daría riendas sueltas al populismo y al autoritarismo. Por lo que parece conveniente recordar la siguiente frase de Ronald Reagan (1989): “Espero que una vez más le hayamos recordado a la gente que el hombre no es libre a menos que el gobierno sea limitado (…) A medida que el gobierno se expande, la libertad se contrae”.

Finalmente, si bien hasta el momento las encuestas dan por ganadora a la opción Rechazo, no se debe olvidar quiénes son hoy oficialismo y quiénes están por el Apruebo, como tampoco cuáles son sus inspiraciones filosóficas e ideológicas y que tienen a su disposición todo el aparato estatal. Igualmente, no debemos olvidar cómo se desarrolló el proceso constituyente —producto de la manipulación de la insurrección del 18-O— y, finalmente, cómo resultó la propuesta final de Constitución.

TEMAS |
.
Fondo newsletter