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SE SUMA A UNA LARGA LISTA DE EXMANDATARIOS PROCESADOS POR LA JUSTICIA

El encarcelamiento de Alejandro Toledo convierte a Perú en un país de expresidentes presos

El expresidente peruano Alejandro Toledo. Europa Press

A la tristemente célebre lista de expresidentes peruanos presos -compuesta por Alberto Fujimori y Pedro Castillo-, se suma quien fuera, en su momento, un falso líder fabricado en la cloaca de las oenegés izquierdistas a las que no les importó maquillar a un alcohólico y asiduo consumidor de cocaína para venderlo como el campeón de la lucha contra la corrupción y la dictadura.

Alejandro Toledo pasó de encabezar la lucha contra la corrupción a liderar una propia, encumbrado como jefe de Estado gracias al voto popular de un pueblo enfermo de libertad, democracia y anarquía.

Y con Toledo apareció también una nueva clase dirigente, si tal cosa podría decirse de ellos, académicos y funcionarios políticamente correctos que forjaron contubernio con empresarios ávidos por ocupar el vacío dejado por los testaferros de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, ese binomio tóxico por el que siente nostalgia, lamentablemente, un sector de la derecha peruana.

Toledo, el niño indígena, pobre y lustrabotas, era el mito que necesitaba la oposición a Fujimori para ganar las elecciones. Y si bien el hombre demostró tener todos los atributos necesarios para ser un ejemplo de superación -estudió becado en la Universidad de San Francisco y luego en la Universidad de Stanford-, su debilidad por los vicios y su habilidad para mentir lo descalificaban para ser el rostro de la moralidad en un país que se asfixiaba por la corrupción.

El domingo 23, tras muchos años dilatando su extradición desde los Estados Unidos, Toledo aterrizó en Lima para cumplir una prisión preventiva de 18 meses, acusado de recibir sobornos millonarios de parte de la empresa brasileña Odebrecht, en el entramado de corrupción denominado Caso Lava Jato.

Como ya he mencionado en el primer párrafo de este artículo, Toledo se suma a la lista de expresidentes peruanos presos; pero esta adición no es solo simbólica, es también física, pues ocupa una celda -amplia y confortable- en el penal de Barbadillo.

“Cárcel de presidentes”

El penal de Barbadillo, convertido en una especie de “cárcel de presidentes”, es el establecimiento que tiene el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) al interior de la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Diroes).

Fue creado inicialmente para albergar a Alberto Fujimori en 2007, y dispone de “celdas” con baño privado y un jardín donde los internos pueden plantar algunas hortalizas, actividad a la que es bastante asiduo el golpista Pedro Castillo, recluido desde diciembre del año pasado por cerrar inconstitucionalmente el Congreso.

Alberto Fujimori: el “huésped” original

Fujimori, quien gobernó el Perú desde 1990 hasta el año 2000 -cuando renunció al cargo mediante un fax-, viene cumpliendo una condena de 25 años de prisión por ser autor mediato de la comisión de los delitos de homicidio, lesiones graves y secuestro en agravio de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos y de La Cantuta, hechos ocurridos durante la Guerra contra el Terrorismo (1980-2000).

También tiene una condena de 6 años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos por dos años por el delito de usurpación de funciones, así como otra de siete años -por el delito de peculado- y una de seis años por los delitos contra la administración pública-peculado y de cohecho activo, ambos en agravio del Estado.

Ollanta Humala: el inquilino de paso

Humala -presidente de 2011 a 2016- cumplió prisión preventiva luego que un juez dictara esta medida en contra suya (y de su esposa, Nadine Heredia) en 2017.

El otrora líder del Partido Nacionalista y su esposa están acusados de los delitos de lavado de activos y asociación para delinquir. Se les imputa la supuesta recepción de 3 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht para la campaña electoral de 2011.

Además, la fiscalía les acusa de haber recibido 200 mil dólares del Gobierno de Hugo Chávez para la campaña presidencial de 2006.

Pedro Castillo: de presidente a jardinero

El huésped más reciente de la cárcel presidencial es el comunista Pedro Castillo, quien el pasado 7 de diciembre dio un mensaje a la Nación donde anunció el cierre ilegal del Congreso e instauró un Gobierno de Emergencia.

Vacado por el Parlamento e inmediatamente detenido cuando buscaba asilarse en la Embajada de México, en la actualidad está cumpliendo dos prisiones preventivas y está acusado de los delitos de rebelión y conspiración.

Además, cabe recordar que durante su gestión de 17 meses fueron abiertas diversas investigaciones sobre presuntos actos de corrupción vinculados a diversas personas de su entorno más íntimo.

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