El presidente de Argentina, Javier Milei, parece estar logrando lo que muchos consideraban imposible, al menos según lo que muestran los mercados financieros. Gracias a sus políticas de austeridad, que incluyen severos recortes en subsidios, prestaciones y gastos del Estado, junto con la atracción de capital extranjero, el país ha logrado reducir la inflación mensual a un 3,5%, el nivel más bajo en tres años, según el Índice de Precios al Consumo (IPC) del 11 de octubre.
Aunque el crecimiento en la economía real aún es un desafío, el sector financiero argentino ha mostrado señales positivas. Mientras el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 1,7% en el segundo trimestre del año, la inflación sigue desacelerándose. En septiembre, el IPC sorprendió al quedar por debajo de las previsiones de los economistas, quienes esperaban un 3,6%, según Bloomberg. Aún más destacable es que la inflación anual, que actualmente se sitúa en un alarmante 209%, podría caer drásticamente. De acuerdo con una encuesta del Banco Central de Argentina (BCRA), los expertos prevén que la inflación caiga hasta un 40,9% en los próximos 12 meses, lo que supondría una reducción del 123,4%.
Uno de los mayores logros recientes de la administración de Milei ha sido la capacidad de las principales empresas argentinas para emitir deuda en dólares. Esto ha sido posible gracias a una caída significativa en la prima de riesgo del país, que ahora se encuentra en 1.044 puntos. La disminución del riesgo ha aumentado la confianza de los inversores en la estabilidad económica de Argentina, lo que abre la puerta a nuevas inversiones.
Los recortes del gasto público también han dado lugar a varios superávits fiscales, lo que envía una clara señal a las empresas de que el gobierno está comprometido a mantener la disciplina fiscal. Esto ha llevado a que más empresas se animen a emitir bonos en dólares, lo que se espera impulse la inversión en el país. Estas nuevas inversiones, a su vez, tienen el potencial de reactivar la actividad económica, aumentar la producción nacional y generar nuevos empleos.
A pesar de las dificultades que enfrenta la economía real, la tendencia en el mercado financiero sugiere que las reformas de Milei están comenzando a dar frutos, generando expectativas de mejora en el panorama económico a mediano y largo plazo.