El régimen cubano ha denunciado «chantajes y amenazas» por parte de Estados Unidos hacia otros gobiernos americanos para evitar las ausencias provocadas en la Cumbre de las Américas por el veto de Washington a la presencia de tiranías como Cuba, Venezuela o Nicaragua en una decisión «antidemocrática y arbitraria».
Según un comunicado oficial de La Habana, ha habido «intensas gestiones de alto nivel» por parte de Washington para «contener la intención de muchos de ausentarse del evento si no se invitara a todos».
«Estas incluyeron presiones inmorales, chantajes, amenazas y sucias maniobras de engaño. Son prácticas habituales del imperialismo que reflejan su desprecio tradicional hacia nuestros países. Merecen el más enérgico rechazo», ha expresado.
La dictadura de Cuba ha atribuido el veto en la Cumbre de las Américas que acoge la ciudad de Los Ángeles al «temor a que se escuchen verdades incómodas» y al «empeño en evitar que la reunión delibere sobre los temas más urgentes y complejos del hemisferio» ante las contradicciones de «su endeble y polarizado sistema político».
Además, Cuba ha manifestado su agradecimiento a la «digna, valiente y legítima posición» de los gobiernos que han defendido la participación de todos los países.
En particular ha mencionado el «liderazgo» del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO); del presidente de Bolivia, Luis Arce; de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y la posición de Argentina, presidenta de turno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que «expresa la opinión mayoritaria de la región en contra de una cumbre selectiva».