El pasado fin de semana, el pueblo hondureño y sus líderes opositores le dieron una lección al mundo sobre cómo enfrentar a la izquierda radical y desbaratar sus planes de dominación.
A mediados de mayo trascendió la noticia que el Foro de Sao Paulo (FSP) sostendría el 27 y 28 de junio en la capital de Honduras, Tegucigalpa, el encuentro XXVII de la organización para conmemorar los quince años del supuesto «golpe de Estado» perpetrado contra el entonces presidente Manuel Zelaya.
Inmediatamente, el Foro Madrid -antítesis ideológica y política del FSP- emitió un comunicado advirtiendo que el objetivo del grupo internacional de izquierda en este encuentro, era apoyar a la presidente Xiomara Castro para imponer en Honduras un modelo totalitario como el de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El Foro Madrid destacó además, que en el año 2009 no hubo tal golpe de Estado, sino un intento del propio Zelaya para violar la Constitución con el fin de perpetuarse ilegalmente en el poder, luego de lo cual el entonces presidente fue objeto de una destitución perfectamente legal y constitucional. Dicho comunicado circuló ampliamente en la prensa y redes sociales hondureñas y de la región.
Al pasar los días, las diversas fuerzas políticas opositoras se pronunciaron una a una en contra de la reunión del FSP en Tegucigalpa. Abandonaron -al menos temporalmente- sus diferencias y se pusieron a organizar una marcha contra el gobierno de Xiomara Castro, esposa de Manuel Zelaya, y en contra del Foro de Sao Paulo.
La protesta fue convocada para el sábado 29 de junio por el llamado «Ejército ciudadano para la paz», liderado por el general retirado Romeo Vásquez Velásquez. A la concentración asistieron representantes de diversos partidos políticos opositores, dirigentes de organizaciones civiles y empresariales, y una multitud de ciudadanos quienes, pese a la lluvia que caía con insistencia, no se movieron del lugar.
Fue esta la primera vez en 27 encuentros, que al Foro de Sao Paulo se le protestaba en su cara, por lo cual la marcha se convirtió en una de las noticias más reseñada y fotografiada por agencias internacionales como EFE, AFP, Deutsche Welle y Swiss Info, y publicada desde México hasta La Patagonia.
Un fracaso adicional: la «Celac social»
Por si fuera poco, Xiomara Castro cometió el error político y diplomático de tratar de legitimar el encuentro del FSP, convocando simultáneamente una reunión de la «Celac Social», organismo de izquierda radical que usurpa las siglas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Por ello, varios países pertenecientes a la Celac se pronunciaron en contra del uso indebido de su nombre y se desvincularon del encuentro sostenido en Tegucigalpa, lo cual también se hizo noticia internacional.
En resumen, los planes que tenía el Foro de Sao Paulo para imponer en Honduras una dictadura del socialismo del siglo XXI no sólo se desbarataron, sino que quedaron al descubierto.
Esta lección de unidad política y social frente a la amenaza del totalitarismo podría aplicarse en otras naciones iberoamericanas, entre ellas Colombia, donde Petro busca perpetuarse en el poder, con el apoyo del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
El giro hacia la derecha que está dando Europa y, al parecer, próximamente Estados Unidos, representa una gran oportunidad para derrotar a la izquierda radical en nuestra región, pero para lograrlo urge seguir el ejemplo hondureño.