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HECHO EN SOCIALISMO

Los colombianos son un 20% más pobres desde que Petro ganó las elecciones

El presidente de Colombia, Gustavo Petro. Reuters

El precio del dólar en Colombia no ha dejado de elevarse al punto en que son miles los ciudadanos que empiezan a desesperar. Desde que llegó Gustavo Petro a la Presidencia son más los colombianos que ven con malos ojos al peso, la moneda oficial de ese país.

Cada vez que un presidente de izquierda asume el poder, sobre todo en América Latina, la economía se desestabiliza a tal punto que -con razón- algunos empiezan a pensar en emigrar y otros empiezan a pensar en comprar dólares para poder ahorrar.

Desde que Petro llegó a la Casa de Nariño, el dólar pasó de 4.300 pesos (0,91 euros), a estar por encima de los 4.800 pesos (1 euro); lo que se tradujo en que la moneda colombiana fuese la más devaluada en Latinoamérica desde julio, solo superada por Argentina, otro país liderado por la izquierda.

La fluctuación de una moneda normalmente se da por la inestabilidad política, económica y social de un país, por situaciones externas, o por declaraciones que pudieran alterar los mercados y generar incertidumbre.

Recientemente el ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, dijo que el país va a “tener una política macroeconómica responsable” dando la impresión de que pronto podría anunciar medidas para tratar de controlar la fluctuación de la moneda. Por su parte, Gustavo Petro, decidió culpar a Estados Unidos al afirmar que “prácticamente está arruinando todas las economías”.

Es así como declaraciones de este tipo han logrado influir en los mercados, donde las personas -para asegurar su dinero- prefieren optar por comprar monedas fuertes como el dólar para evitar la devaluación de sus ahorros. Y es que cada vez que el dólar se dispara en Colombia, hay una relación directa con acciones o aseveraciones de Petro y su entorno.

Por ejemplo, el pasado 6 de octubre fue cuando se dio la cuarta subida más alta del dólar, justo un día después de que Petro criticara por Twitter la decisión del Banco de la República de subir las tasas de interés para contener la inflación.

Según Petro, la decisión de subir las tasas de interés del Banco tenía el objetivo de evitar la salida de inversiones, por lo que llegó a proponer agregarles un impuesto; situación que puso nerviosos a los inversionistas e impulsó un aumento del dólar.

Algo similar sucedió el pasado 14 de octubre cuando el dólar alcanzó los 4.700 pesos. En esa oportunidad la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, propuso la congelación de los precios de la canasta básica en el marco de la discusión del aumento del salario mínimo para 2023.

La medida, muy similar a la que propuso Hugo Chávez en Venezuela, sirvió como una catapulta para el precio del dólar. En economía, decir que vas a controlar precios, es como apretar el botón de alarma y abrir la puerta para una salida de emergencia.

Pánico a Gustavo Petro

“Los mercados desconfían mucho de Petro. Inicialmente, fue meramente pánico, un montón de personas compró dólares debido al pánico que les produjo su elección”, explicó a La Gaceta el economista Juan Felipe Vélez, investigador del Centro de Economía Sistémica de Medellín (ECSIM).

Para el especialista, Petro “ha sido muy irresponsable en sus alocuciones” poniendo en riesgo las relaciones con Estados Unidos, su principal socio comercial.

“Petro se ha dedicado a echarle la culpa a Estados Unidos de la devaluación. Lo que se traduce en echarle más gasolina al fuego, porque Estados Unidos es nuestro principal socio comercial”, dijo.

Vélez explicó que en Colombia el peso se continúa devaluando de forma pronunciada y a niveles del peso argentino debido a que Petro, su ministra de Minas y su ministra de Trabajo han hecho comentarios que generan alarma en los mercados.

“El tema de prohibir los nuevos contratos de exploración y explotación causa mucha incertidumbre en el país. Cada vez que Petro o su entorno hacen comentarios como de un próximo control de cambios, de controles de precio a los alimentos, o de cualquier medida que atenta contra el libre mercado, están encendiendo el botón de alarma, ahuyentando a los inversionistas e impulsando la devaluación de la moneda local”, agregó Vélez.

 “Estas son medidas que, en varias economías, incluida la venezolana, han fracasado. Porque en vez de beneficiar al país lo que hacen es destruir cualquier posibilidad de progreso empobreciendo a la población”, sentenció.

Es así como el peso colombiano se ha devaluado más del 18% frente al dólar desde que Petro ganó la segunda vuelta; se puede decir entonces que solo en 4 meses los colombianos son un 20% más pobres.

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