La guerrilla terrorista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha remarcado que no se someterá a una política de paz que suponga la rendición del grupo y critica la «demonización» que el Gobierno y los medios están llevando a cabo contra ellos a razón de la crisis humanitaria en la región de Catatumbo.
El ELN ha argumentado en un comunicado que las políticas de paz del Gobierno «no hacen otra cosa que reciclar violencia» y crear «nuevos grupos paramilitares», que bajo el mandato del presidente Gustavo Petro han logrado estatus político y, en colaboración con las fuerzas de seguridad, han buscado someterles.
Este plan, ha explicado, se ha dejado ver en varias regiones del país, entre ellas Catatumbo, donde estas «nuevas expresiones del paramilitarismo han sido los desmovilizados de las antiguas FARC, quienes han contado con el apoyo del Ejército.
El ELN se ha desligado de la responsabilidad de la muerte de una familia, que habría sido el desencadenante de esta nueva crisis en Catatumbo, región situada en el noreste del país, que ha dejado ya más de 47.000 desplazados, otras 23.700 personas atrapadas en medio del conflicto y decenas de fallecidos.