La debacle económica en Cuba, evidenciada en una crisis energética que llevó al régimen de Miguel Díaz-Canel a incrementar los costes del combustible y el servicio de luz eléctrica, también ha traído consigo remociones de importantes altos cargos en la nomenklatura del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).

Las destituciones, enmarcadas dentro de una supuesta política de «tolerancia cero» a la corrupción y a la ineficiencia del PCC, deja entrever la problemática interna que afronta la dictadura de Miguel Díaz-Canel en medio del incremento del rechazo popular a su gestión.

Este jueves se oficializó la renuncia de Alexandre Corona, quien en medio de un «reconocimiento de errores» dejó sus responsabilidades como gobernador de la provincia de Cienfuegos, en el centro de la isla.

La semana pasada el PCC apartó de sus cargos a los secretarios provinciales del partido en las provincias de Las Tunas (al noreste) y Holguín (en el este). Antes de ellos ya habían sido llevados a renunciar otros 7 secretarios provinciales de la formación gubernamental, de un total de 15 que existen en el país.

El presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Rafael Ramón Santiesteban Pozo, también fue conminado a dimitir por órdenes del buró del PCP.

A ello se deben sumar las movidas en el gabinete de Díaz-Canel que se produjeron durante el mes de febrero, cuando la crisis económica y energética generó mayores niveles de agobio en los cubanos. En ese momento fueron sustituidos tres ministros, de los cuales el más importantes es Alejandro Gil, quien hasta entonces era responsable de la cartera de Economía y además fungía como viceprimer ministro del país.