Las Fuerzas Armadas de Colombia ya no llevarán a cabo más bombardeos aéreos para atacar objetivos de grupos terroristas, ya que el nuevo Gobierno, presidido por el izquierdista Gustavo Petro, considera que los protocolos actuales pueden “poner en riesgo” a la población civil.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha llamado este jueves en una comparecencia pública a «privilegiar siempre la vida sobre la muerte», lo que implica que «no habrá operaciones si ponen en peligro la población», informa la cadena RCN.
Las palabras de Velásquez, que ha recordado que los menores reclutados de manera forzosa también son «víctimas de la violencia», implican para Colombia pasar página a un modelo de ataques que han permitido éxitos en el ámbito militar.
El último ataque aéreo del que se tiene constancia en Colombia se produjo el pasado mes de junio. Murieron nueve guerrilleros, antiguos miembros de las FARC, tras el bombardeo de un campamento en el departamento de Caquetá.
Con la suspensión de estas operaciones, Petro avanza en la reconversión de la estrategia militar seguida durante la Presidencia de Iván Duque, hacia una que permite observar cierta claudicación ante los grupos terroristas. El nuevo mandatario también ha suspendido las órdenes de captura sobre los negociadores del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en aras de un hipotético diálogo de paz.
