Un grupo de manifestantes irrumpió el martes en el edificio del Senado de México, en medio de la discusión en la Cámara Alta de la propuesta de reforma judicial hecha por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que plantea, entre otras cosas, que los jueces del Supremo sean electos por votación popular.
La reforma es vista por parte de la sociedad del país hispanoamericano como una seria amenaza a la independencia del Poder Judicial y, en general, al equilibrio de poderes en el país. Otros cambios que incorporaría la misma serían una reducción del número de jueces que hacen vida en la máxima instancia de Justicia, pasando de 11 a 9, además de establecerse una presidencia rotativa del ente, que cambiaría cada dos años de manos.
Adicionalmente se busca la creación de un Tribunal Disciplina Judicial y un órgano de administración judicial, además de eliminar las pensiones vitalicias a los ministros de la corte que cumplen funciones actualmente y los que ejercerán dicha función de ahora en adelante, en medio de las sucesivas acusaciones emitidas por López Obrador sobre la existencia de un clima de corrupción en el organismo.
El propio martes fue declarado un receso indefinido de la discusión de la reforma por parte del presidente del Senado, José Gerardo Fernández, quien ha argumentado que las manifestaciones ponen en riesgo la integridad física de los senadores.
El voto definitivo
Para ver luz verde en la Cámara Alta mexicana el oficialismo sólo requiere de un voto adicional a los que ya tiene asegurados, por lo que la opinión pública ha volcado su mirada a la actuación del senador del opositor Partido Acción Nacional (PAN), Miguel Ángel Yunes, quien se ha rumorado podría terminar apoyando la iniciativa de López Obrador.
Yunes, quien permanecía desaparecido durante las últimas horas, ha terminado argumentando que padece «problemas de salud», por lo que ha enviado a su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, para remplazarle durante la votación -paralizada por ahora- en el Senado.
Se estima que la votación pueda terminar reanudándose el miércoles, dilucidando un asunto crucial a falta de tan sólo un mes del fin del período de Gobierno de López Obrador.