Un nuevo -y peligroso- afán identitario se cocina en la política peruana. La congresista Ruth Luque, integrante de la bancada Juntos por el Perú-Cambio Democrático (JP-CD), presentó un proyecto de ley que plantea incorporar la variable étnica en el Documento Nacional de Identidad (DNI) de los ciudadanos del país andino.
De acuerdo con Luque, el objetivo de su iniciativa es reconocer y garantizar el derecho a la autoidentificación étnica de todas las personas, en concordancia con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (0IT).
«Hoy, cumpliendo nuestro compromiso con las organizaciones indígenas y afroperuanas, cumplimos con presentar el PL 8275 para garantizar que en el DNI se incorpore la variable étnica. Esto permitirá facilitar y mejorar el acceso a los servicios que brindan las instituciones del Estado, con pertinencia cultural y lingüística. La variable étnica en el DNI permitirá al Estado contar con mejores estadísticas para la generación de políticas públicas y servicios que contribuyan al cierre de brechas económicas y sociales», escribió Luque en su cuenta de X.
Quedará a criterio de la persona
El proyecto de Luque detalla que el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) deberá incorporar, tanto para el llenado de la ficha registral como en los registros administrativos pertinentes para la emisión del DNI, la pregunta al ciudadano de autoidentificación étnica, incluyendo la de lengua materna, para luego incluirlo en el Registro Único de Identificación de las Personas Naturales (RUIPN).
Cabe precisar que, de acuerdo a lo señalado en el proyecto de ley, los datos de autoidentificación étnica en el DNI quedarán a criterio de la persona que acuda al registro, por lo que será optativo. Sin embargo, esto no exime a los registradores de efectuar las preguntas respectivas durante el trámite del registro.
Además, esta pregunta se formulará únicamente a personas de 12 años en adelante. En caso del DNI de menores de esa edad, la pregunta será respondida por los padres de familia o apoderados.
Juntos por el Perú, una bancada «progre» y oportunista
Ruth Luque integra la bancada JP-CD, que llevó como candidata presidencial a Verónika Mendoza, bastante cercana a Pablo Iglesias y Podemos. Luego, tras conseguir apenas un dígito en las elecciones generales 2021, se sumaron al desgobierno de Pedro Castillo y le respaldaron hasta que este derivó en el frustrado golpe de Estado de diciembre de 2022.
Si bien Juntos por el Perú es adepto a la agenda elegetebita, feminista y demás perlas que tanto gusta a la izquierda globalista, esto no les impidió declarar su apoyo al etnonacionalista Antauro Humala, un caudillo que bien podría clasificarse como una suerte de «fascista andino» y que, tras purgar cárcel por varios delitos tras un alzamiento armado, se perfila como candidato para las elecciones generales 2026.
