Hoy celebra la Iglesia a San Pedro de Mezonzo. Santo insigne de la Iglesia española y de la gallega que alcanzó renombre universal por haber compuesto la maravillosa oración del Salve Regina. Todos los santos encierran lecciones de provecho para los católicos de todos los tiempos pero algunos parecen si cabe más indicados para nuesytros días. Y San Pedro de Mezonzo está entre ellos.
Vivió días agónicos en los que todo parecía desmoronarse. Particularmente su Iglesia padeció a Almanzor que llegó a ocupó la ciudad del Apóstol. Y el santo obispo dirigió a la Virgen esa oración que es a la vez angustia y esperanza. O la esperanza en días de angustia.
La dirige a esa Madre que lo es de Misericordia. Y Esperanza cuando todo hace desesperar. Ante la muerte, Vida y en lo más crudo de la persecución, su Dulzura. Estamos desterrados y llamamos a quien puede atendernos, gimiendo y llorando por nuestra situación en este Valle de Lágrimas. Ea, ya, de una vez, Tú que eres nuestra Abogada, vuelve a nosotros tus ojos, que son misericordiosos. No distraigas la mirada que el Destierro es duro e inhóspito. Muestranos a Jesús cuando cese esta horrible situación. Porque eres Dulce y Piadosa pero en días atribulados como te necesitamos más es Clementísima. De ahí el superlativo angustiado. Clementísma.
Por tanto, Ruega por Nosotros.
Veis como la Salve parece hecha para hoy mismo. No os canséis de rezarla hasta el día en el que alcancemos las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
