«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Beatificación de Pablo VI

Nada que objetar por mi parte a la beatificación. Me pareció un gran Papa aunque a España envió obispos francamente mejorables. Y algunos difícilmente empeorables. Beato Pablo VI ruega a Dios por la Iglesia de la que todavía no se ha ido el humo de Satanás que en su día denunciaste.

Ahora la crónica de lo que vi por televisión. El cura de la fronda capilar algo más moderado en rizos y guedejas. Debe ser un look que algunos piensan que es bueno para la televisión porque recuerdo a un anticipo de lo que luego sería Bisbal, Antonio Pelayo, que daba repelús. Ya digo que el de ayer estaba en la ocasión algo más discreto. Aunque debo también decir algo en su favor respecto a Pelayo. El de ahora al menos es de buena doctrina.

En la plaza bastante menos gente que en otras ocasiones recientes. Algo más allá del obelisco y punto. Tal vez el tiempo transcurrido desde la muerte de Pablo VI hiciera que se movilizara menos gente. O que Francisco vaya perdiendo tirón. De todas maneras, mucha gente. Y muchísimos cardenales, obispos y sacerdotes. Unos cuantos estarían allí por el Sínodo.

El Papa continúa con sus andares de viejo marinero y es ostensiblemente ayudado al subir y bajar escaleras. Me pareció ver que en esta ocasión llevaba el anillo del Pescador. La mitra, siendo discreta, mejoraba notablemente la habitual. Y la casulla no parecía comprada en un chino. 

Poca presencia episcopal española. Sorprendentemente escasa. Esta cigüeña encargó a una gaviota  amiga, nada que ver con el Partido Popular, que me comunicara los obispos que estaban presentes. Y esta es la lista que me envió:

 D. Braulio, Osoro, D. Demetrio, Domingo Oropesa (obispo toledano en Cuba), el obispo de Vitoria, el castrense, Rouco, y el tal Blázquez que estaba en el Sínodo, además de Sistach, que también era padre sinodal. ¿Se le escapó alguno? Pudiera ser pero aun así de aquí no se movilizó nadie. Estaba también Julián Hrranz, porque le vi en televisión, y seguramente Demonios Diciembre, perdón, Santos Abril, aunque no tuve el disgusto de verlo. O de visualizarlo, como diría algún cursi televisivo.

La ceremonia estuvo bien, casi toda en latín, aunque la concurrencia me pareció muy italiana y poco más puedo contar.

La gaviota también me dice que en la plaza se comentaba que el Papa pensaba declararle santo el año próximo sin necesidad de otro milagro, como al parecer hizo con Juan XXIII. Pero igual no entendió bien porque el italiano no es lo suyo. Ya es una gaviota mayor y se empeña en no llevar gafas ni audífono. Aunque no la he visto tan reacia a los retoques porque me ha preguntado, supongo que tras ver el negro ala de cuervo de algunos cardenales, por una buena sala de estética romana. ¿Como yo, asombrado, le preguntara para qué la quería, me dijo que con algunos toques marrones en las plumas igual la confundían con un águila real? Pues ya ven, hasta las gaviotas…   
     

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