Yo soy muy tolerante con lo que publica cada quisque. No me gustará pero cada uno en su casa hace lo que quiere siempre que la ley se lo permita. Si a RD le gustan las viñetas de Cortés hace muy bien en publicarlas. Es una empresa privada y allá ellos con sus gustos y con lo que piensan que les da rentabilidad. No es una publicación de la Iglesia y no se le puede pedir eclesialidad en lo que publican. De hecho hay allí colaboraciones protestantes, católicas, ateas y creo recordar que incluso musulmanas. Están en su derecho y no se me ocurre criticarles por ello.
Pero la página exhibe, destacadas, las fotografías de cardenales y obispos y textos de los mismos que parecen un aval de esas personas al continente y al contenido. Y por tanto a las viñetas de Cortés. Ya sabemos que ninguno de ellos, o como mucho alguno, escribe esos textos para RD. Son articulos para sus webs episcopales o para otros medios que han autorizado se reproduzcan en esta página. Conscientes tal vez de que en aquellas no les lee nadie y así podrían llega con su doctrina, generalmente buena, a más lectores.
Aunque eso es una engañifa. De RD se leen las noticias, generalmente sin pasar de los titulares salvo que alguno de ellos despierte el interés para entrar en él, los artículos de Vidal y Bastante, algún blog, ya según el gusto de los consumidores, y poco más. No es ello menospreciar la página pues sólo con esas entradas seguro que tiene bastantes miles a diario. Porque es fuente informativa de primera magnitud para cuestiones de Iglesia. Se comparta su enfoque o no. Yo la visito todos los días y no me duelen prendas en reconocer el sentido periodístico de su director. Notable donde los haya.
Lo que no entiendo es como eminentes pastores de la Iglesia, de otros mucho menos eminentes no me cuesta ningún trabajo entenderlo, tienen los santos perendengues de ver su fotografía y sus textos al lado de las viñetas de Cortés. Como tampoco entendería su fotografía, su palabra y su aval en Interviú. Y señoras espectaculares in puribus naturalis, o séase, en pelotas, creo que atentan menos contra la Iglesia que las viñetas de Cortés.
Nada contra el dibujante ni contra su dibujo que me parece notable. Pero, siempre en mi opinión, son blasfemos. Y que debajo de ellos aparezcan las fotografías, los nombres y los textos de una serie de altas jerarquías de la Iglesia me parece una vergüenza. Para los jerarcas. Porque están respaldando lo que Cortés dice. Y repito que respeto absolutamente el dercho del dibujante a expresarse fuera de la Iglesia y de RD al publicarlo. Lo que no entiendo es la presencia en esa apoteósis de la blasfemia de Amigo, Pujol, Osoro, Sistach, Tettamanzi, Maradiaga y Porras. De Arizmendi y Aguirre me extrañaría menos, aunque me extrañaría. Que el nombre del último lo proyecten algunos como posible arzobispo de Madrid verdaderamente sería preocupante. Castellanos y Casaldáliga están donde deben. Junto a lo peor. También figura el Papa Francisco. Supongo que debe ser algo así como si yo decidiera incorporar al Blog de esta cigüeña las homilías del Papa en Santa Marta y lo hiciera bajo una fotografía del mismo. Que ni se enteraría de la apropiación. Pero no estaría de más que alguien le advirtiera de que le están utilizando. Y si hubiera dado su consentiiento, que todo es posible, pues él mismo acaba de reconocer que en ocasiones se equivoca. Ésta sería una de ellas. ¿También sería un lunático?
http://infocatolica.com/blog/cura.php/1404070930-aqui-un-lunatico
