No es lo que hoy conocerán muchos nada grave en un cardenal de la Iglesia. Le gusta el fútbol, cosa que yo no sabía, y también viajar, cosa que sabíamos todos. El confidencial publica hoy una fotografía del palco del Real Madrid. Palco abarrotado. Y por estas cosas de la técnica se puede ver pasando el cursor por enima de bastantes de los asistentes, los que figuran iluminados, quienes son. Pues allí está nuestro cardenal viajero.
Repito que no es nada grave aunque tampoco sea cosa de especial santidad. Visitar a los `presos, a los enfermos, a sus sacerdotes, las parroquias, al Santísimo en una iglesia… parece más propio que ir al fútbol aunque asistir a un partido no puede escandalizar a nadie. A mí desde luego, no. También es normal distraerse. Y en cuestiones que aunque no sean santas no son pecaminosas.
Tal vez un San Francisco de Asís o una Santa Tersa de Jesús no fueran partidarios de esas distrecciones, o de otras análogas, pero tampoco el cardenal es el uno o la otra.
Si lo traigo al Blog es más como divertimento que como crítica. También uno tiene derecho a divertirse.
P.D.: No habían pasado cinco minutos de haber colgado esta bobada cuando me llama un muy querido amigo para decirme que lo miró con lupa y que a él no le parece Cañizares. Lo que me hizo recurrir yo también a la lupa y me han entrado dudas. Si no lo es y no quiere aparecer equivocadamente identificadoen la foto que proteste al El Confidencial. A mí más que la cara lo que no me parece de Cañizares es el tamaño, salvo que se asiento tuviera un alzador.