Nuevo escándalo en la diócesis, esa del obispo tan dsagaz y no sé cuantas cosas más, y que pese a ello es la única con el seminario a cero.
http://www.salamanca24horas.com/sucesos/107769-detenido-un-joven-catequista-por-presuntos-abusos-sexuales-y-anunciar-pornografia
http://www.lagacetadesalamanca.es/sucesos/2014/04/01/joven-catequista-detenido-abusar-nino-anunciar-pornografia-infantil-internet/115206.html
La noticia es tendenciosa. Porque el catequista en cuestión una vez descubierto su primera fechoría, supongo que presunta hasta el momento, fue apartado de sus funciones catequéticas. Ahora es tan catequista como Rubalcaba. O sea nada. Pero eso es lo que se destaca en los medios salmantinos. Con evidente amor a la Iglesia.
Esa noticia, falsa, porque no se ha detenido a ningún joven catequista, tenía que haber sido desmentida por el obispado en minutos. Pero obispo tan sagaz debe pensar que no. Y si tiene un delegado de medios debe ser tan inútil como el rector del seminario. No es normal que tenga que ser el Blog de esta cigüeña el que salga por el honor de la diócesis salmantina. Don Carlos, de momento, haciendo el Don Tancredo. Pero, ¿existirá Don Carlos? ¿Será una vidriera pero de cristal blanco que no reluce?
Ningún catequista ha sido detenido ahora en Salamanca. La Iglesia no tiene nada que ver con ese desdichado suceso. Que la quieran implicar sólo denota mala fe.
Paro hay un problema grave con el que la Iglesia, no sólo Don Carlos López, se tendrá que enfrentar decididamente. Y es el cuidado en la elección de catequistas, profesores de religión, seminaristas y sacerdotes. Porque si se pone a cualquiera, e incluso con graves problemas, ocurren estas cosas. Sé que por mucho esmero que se ponga siempre se puede escapar alguno pero tengo la impresión que se pone poquísimo. Y recomendar masajes eróticos a los niños no parece el mejor camino.
No he querido poner una fotografía de Don Carlos López ilustrando esta entrada. Porque el obispo no tiene nada que ver en esto. Pensé en la de los tres monos, uno tapándose los ojos, el otro las orejas y el tercero la boca. También me pareció injusta, en este caso, aunque ese obispo no vea, ni oiga ni hable. Esperemos que ahora lo haga. Vaya pues la de la bellísima catedral salmantina, o las bellísimas, pues son dos.