Y no es la primera vez que lo digo. Me gustaría vivir en una nación que mantiene, y con gran mayoría, esos principios innegociables. Frente a lo que sea.
http://infovaticana.com/blog/adelante-la-fe/hungria-ejemplo-imitar-en-la-corrompida-europa-occidental/
Ya sé que eso es coyuntural y que mañana los húngaros tal vez decidan otra cosa. Pero hoy quisiera ser húngaro. Y votar a Orban. En España evidentemente no es mi caso. No puedo votar a Rajoy. Ni con la mano en la nariz. Tristísima situación la nuestra en una patria, de gloriosísima historia en la que ya apenas quedan húngaros. Personas que hoy saben lo que quieren y lo votan. Aquí los católicos o no saben lo que quieren o votan lo que no quieren.
Comprenderéis que ante esa situación me gustaría ser húngaro. Hace unos cuantos años jamás se me hubiera ocurrido.