En esta ocasión al que fuera de Ávila y ahora lo es de Almería, Adolfo González Montes.
http://www.elnortedecastilla.es/20091118/avila/desmontan-presbiterio-catedral-avila-20091118.html
Es un obispo profesor sin zorra idea de pastoral que llegó a Ávila creyéndose general con mando en plaza y armó la marimorena. De carácter mandón, más bien despotilla, pensó que la diócesis era su cortijo y se ganó el odio general hasta el extremo que constituyó en España el ejemplo más acabado del odium plebis. Hubo que sacarlo de allí a toda velocidad y mandarle a… Almería. Donde también lo está haciendo muy mal aunque no tanto como en Ávila. Como tonto no es, algo aprendió de su desdichadísimo pontificado abulense.
Entre sus hazañas estuvo una espantosa reforma del presbiterio de su hermosa catedral, sin encomendarse a nadie, que los tribunales han desautorizado y que ahora hay que levantar. Al coste inicial hay que añadir ahora el de desmontar el adefesio. Pero como dispara con pólvora ajena, pues ya lo pagarán los fieles.
Los obispos con afanes constructores, que mantiene en Almería, pueden ser ruinosos para la diócesis. Y si además tiene un pésimo gusto pues todavía peor. Creo que los fieles de Ávila pagarán con gusto el desmontar el desaguisado montino. Más bien montaraz. Quedan todavía unas espantosas lámparas, modelo de horterismo, pero eso será más fácil retirarlas. Si con ello desaparece todo rastro del paso por la ciudad de Santa Teresa de este obispo pues bienvenido sea el gasto adicional.
