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Qatar e Irán restablecen sus relaciones diplomáticas un año y medio después

El presidente iraní, Hassan Rouhani

Esta decisión de Qatar provoca un cambio sustancial en el juego de alianzas de Oriente Medio, caracterizado antes por la rivalidad de las monarquías suníes del Golfo Pérsico con Irán.

En plena crisis diplomática con Arabia Saudí y sus aliados, el Gobierno qatarí ha tomado este jueves una decisión que podría cambiar el juego de alianzas existente hogaño en Oriente Medio: la restauración de las relaciones diplomáticas con la República Islámica de Irán, que se hallaba bajo mínimos desde enero de 2016. Recordemos que, entonces, Qatar retiró su embajador en Teherán en solidaridad con Arabia Saudí, cuya embajada en Irán había sido atacada en respuesta a la ejecución pública de un clérigo persa en el país árabe.

En un sucinto comunicado difundido este jueves, el ministerio de Exteriores qatarí explica los motivos que le han llevado a tomar la determinación; motivos que estribarían en el propósito de fortalecer la relación con el régimen de los ayatolás en todos los campos, desde el económico al político: ‘El Estado de Qatar expresa su aspiración de fortalecer sus relaciones bilaterales con la República Islámica de Irán en todos los ámbitos’.

Este flirteo de Qatar con el país persa no es nuevo. De hecho, fue éste uno de los motivos esgrimidos por Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Baréin para romper relaciones diplomáticas con él el pasado cinco de junio; una ruptura de relaciones que más adelante, a mediados de ese mes, derivó en un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo. No en vano, en un pliego inicial de trece peticiones ‘no negociables’, el cuarteto exigía a Qatar el enfriamiento de los lazos con Irán; el cierre de la televisión de Al-Jazeera; la clausura de un base militar otomana situada en Doha; o la retirada del apoyo a los Hermanos Musulmanes.

En cualquier caso, las medidas de Arabia Saudí y sus aliados se han revelado contraproducentes, pues han estrechado los vínculos que pretendían deshacer. De este modo, Irán ha aliviado el embargo contra Qatar suministrándole alimentos, facilitándole su espacio aéreo y abriéndole su mercado.

Satisfacción de Irán

El Gobierno iraní ha recibido con indisimulado alborozo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Qatar. De este modo, el portavoz de Exteriores persa, Bahram Qasemí, ha manifestado que su país trata de mantener las mejores relaciones posibles con sus vecinos: ‘Como hemos anunciado repetidamente, la política de principios y de permanencia de la República Islámica de Irán ha sido y será mejorar las relaciones con los vecinos’.

En esta línea, Qasemí ha asegurado que Teherán está dispuesto a ‘llevar a cabo esfuerzos políticos para fortalecer la interacción con los países de la región y resolver ciertas ambigüedades y problemas.

Un nuevo escenario

Esta decisión de Qatar provoca un cambio sustancial en el juego de alianzas de Oriente Medio, caracterizado antes por la rivalidad de todas las monarquías suníes del Golfo Pérsico con Irán (e Iraq), países de mayoría chií. Ahora, los qataríes parecen acercarse a los persas en una lucha por la hegemonía regional que se está manifestando, a pequeña escala, en los conflictos de Yemen y Siria.

Asimismo, la nueva política de Qatar, de mayoría suní, evidencia que la dicotomía religiosa suní-chií – o la étnica árabe-persa – no es el único elemento que debe tomarse en consideración para comprender el conflicto de Irán y Arabia Saudí. Por encima de lo religioso y de lo étnico, se alza una manifiesta y descarnada lucha de poder.

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