El Comité para la Protección de Periodista ha informado de que ya son 31 los periodistas que han perdido la vida en el conflicto entre Israel y el movimiento terrorista Hamás. Entre las víctimas mortales hay 26 palestinos, cuatro israelíes y un libanés. Además, hay ocho periodistas heridos y nueve desaparecidos o detenidos, según el balance actualizado hasta este lunes.
El organismo está investigando todos los informes, incluidos los «numerosos informes no confirmados sobre otros periodistas asesinados, desaparecidos, detenidos, heridos o amenazados, y sobre daños a oficinas de medio y viviendas de periodistas».
«El CPJ enfatiza que los periodistas son civiles que realizan un trabajo importante en tiempos de crisis y no deben ser el objetivo de las partes del conflicto. Los periodistas de toda la región están haciendo grandes sacrificios para cubrir este conflicto desgarrador», ha declarado el coordinador de CPJ para Oriente Próximo y el norte de África, Sherif Mansur.
Además, ha remarcado que los palestinos en Gaza «han pagado y siguen pagando un precio sin precedentes»: «Muchos han perdido compañeros, familias e instalaciones de sus medios de comunicación, y han huido en busca de seguridad», ha declarado.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó este fin de semana una investigación sobre la muerte de un cámara de Reuters, Isam Abdulá, en el sur de Líbano, revelando que se trató de un «ataque deliberado» procedente de la frontera israelí contra un grupo de periodistas de varias agencias internacionales.
RSF recuerda que el grupo de siete periodistas llevaban una hora en el mismo lugar, en lo alto de una colina, que estaban claramente identificados como prensa y equipados con chalecos y cascos, por lo que considera «poco probable» que pudieran ser confundidos con combatientes, «en particular porque no se estaban escondiendo».
Un primer proyectil mató a Abdulá e hirió gravemente a la periodista de AFP Christina Assi. El segundo impacto, ocurrido apenas 37 segundos después, era más potente y destruyó el vehículo de Al Yazira que tenían identificado con la palabra «PRESS» en el techo e hirió a varios periodistas más. El coche fue desplazado 90 grados de su posición inicial por el impacto.