El objetivo de ese nuevo Gobierno será dar la solución que «Italia espera desde hace treinta años a problemas enormes» como la corrupción, la gestión del fenómeno migratorio o el desempleo.
El líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Luigi di Maio, se declaró dispuesto a la formación de un gobierno, bien con el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), o con la derechista Liga, si esta se desvincula del ex primer ministro y líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi.
Di Maio le trasladó esta propuesta al presidente de la República, Sergio Mattarella, en el encuentro de media hora que mantuvieron en el Palacio del Quirinal (sede de la Jefatura del Estado italiano), donde se lleva a cabo la ronda de consultas para formar Gobierno tras las elecciones celebradas en Italiael pasado 4 de marzo, y en las que el M5S fue el partido más votado.
El líder del M5S ha manifestado que considera como sus interlocutores al PD y a la xenófoba Liga por lo que pedirá «inmediatamente» un encuentro con sus respectivos líderes, Maurizio Martina y Matteo Salvini.
«Hemos dicho al presidente que sentimos toda la responsabilidad de ser la primera fuerza política del país y de trabajar lo antes posible para asegurar una mayoría a un gobierno del cambio que mire al futuro», explicó en una breve comparecencia ante los medios.
Señaló su intención de elaborar una serie de objetivos con estos dos partidos «alternativos» entre sí y dijo que elegirían un socio de Gobierno basado en las convergencias que se alcancen durante las negociaciones.
Di Maio se dirigió al PD para decir que su deseo no es provocar una escisión que le apoye, tal y como han sugerido algunos analistas.
Y también aludió a la Liga, el partido más votado dentro de la coalición de derechas (a la postre la ganadora de los comicios), ya que Di Maio no reconoce la existencia de tal alianza «porque los partidos que la componen han presentado candidatos distintos y participan en la ronda de consultas por separado».
De hecho dijo que algunos partidos de la coalición, en referencia a Forza Italia de Berlusconi, son contrarios al Cinco Estrellas, razón por la que se dirige solo a la Liga de Salvini.
Di Maio no propondrá al PD y a la Liga «una alianza de Gobierno sino un contrato de Gobierno al estilo alemán», es decir, un plan con el que «las fuerzas políticas se comprometan con los italianos sobre los puntos que sacar adelante».
El objetivo de ese nuevo Gobierno será dar la solución que «Italia espera desde hace treinta años a problemas enormes» como la corrupción, la gestión del fenómeno migratorio o el desempleo.
Y aseguró que en política exterior, Italia «seguirá siendo aliada de Occidente en la Alianza Atlántica y en la Unión Europea y monetaria».
