Un tribunal de Hamburgo ha condenado a Florian Schröder, propietario alemán de una tienda de plantas online, a pagar una multa de 3.000 euros por instalar sin permiso un árbol de Navidad en el terreno de una guardería. El juez determinó que Schröder había invadido propiedad privada de manera consciente, a pesar de saber que la guardería había decidido no colocar un árbol para respetar la diversidad religiosa.
El incidente ocurrió en diciembre de 2023, cuando Schröder instaló un árbol decorado frente a la guardería Mobi, en Hamburg-Lokstedt, con el objetivo de «llevar la alegría navideña a los niños». Sin embargo, la institución, gestionada por la Fundación Kindergarten Finkenau, ya había comunicado su decisión de no incluir decoraciones navideñas tradicionales para evitar excluir a ningún menor debido a su fe. «Queremos garantizar la libertad religiosa y no excluir a nadie», explicó la dirección en un correo enviado a los padres.
A raíz de la instalación, la fundación presentó una denuncia penal. En su sentencia, el tribunal destacó: «El acusado entró ilegalmente en una propiedad pacificada para colocar el árbol, a sabiendas de que no contaba con la aprobación de la guardería». Además de la multa, se le ordenó retirar la decoración. Schröder, por su parte, ha recurrido el fallo, argumentando que «un árbol de Navidad es un símbolo de esperanza, no un delito».
Este caso, adelantado por Herqles en X, ha reavivado los debates en Alemania sobre el equilibrio entre la preservación de tradiciones culturales y el respeto por la inclusión en espacios públicos. Situaciones similares se han dado en Austria, donde el año pasado una escuela preescolar en Salzburgo canceló la visita de Papá Noel para evitar «diferencias culturales» y temores entre algunos niños. Otro jardín de infancia en St. Pölten reemplazó el tradicional desfile del Día de San Martín con un «Festival de la Luna y las Estrellas» no religioso, buscando promover valores de empatía y compartir sin referencias religiosas.