Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han perpetrado este lunes un nuevo «ataque selectivo» sobre la capital de Líbano, Beirut, tres días más tarde del bombardeo que causó más de medio centenar de muertos en un bastión del partido-milicia chií Hezbolá. El objetivo sería un dirigente de Hezbolá, Alí Karari, quien según la organización libanesa estaría a salvo.
La televisión libanesa Al Manar ha informado de un primer balance de seis heridos como consecuencia de un ataque israelí en el barrio de Dahiyé, mientras que la agencia de noticias estatal libanesa, NNA, ha publicado que las fuerzas israelíes han lanzado hasta tres proyectiles sobre un edificio del barrio de Bir al Abed, en el sur de la capital. Efectivos de la Defensa Civil se han trasladado hasta el edificio bombardeado.
El Ejército israelí se ha limitado en un inicio a confirmar el ataque, que según medios libaneses ha tenido lugar de nuevo en la zona sur de Beirut. Coincide con una intensa oleada de bombardeos que sólo este lunes han causado 356 fallecidos en distintos puntos de Líbano, según el último balance del Gobierno.
El principal objetivo del ataque sería Alí Karaki, según han señalado fuentes militares a la prensa israelí. Precisamente las FDI publicaron la semana pasada un organigrama de Hezbolá en el que se mostraba a Karaki como uno de los pocos comandantes que aún quedaba vivo.
En el organigrama, las FDI señalaban que tan solo por debajo del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, se encontraba Ibrahim Akil, fallecido el pasado viernes; Fuad Sukur, muerto en un ataque sobre Beirut a finales de julio; y el mencionado Karaki, quien ejercería como comandante de la milicia libanesa en el frente sur, fronterizo con Israel.