Las entidades globalistas no tienen reparos en admitir ya que el único objetivo para alentar las oleadas migratorias es lograr una mano de obra mucho más económica.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) subrayó que la «recepción» e integración de «inmigrantes» puede «aliviar» las tensiones fiscales y elevar el crecimiento en las economías avanzadas ante los riesgos derivados del envejecimiento de la población.
«La inmigración puede aliviar la presión del envejecimiento de la población y contribuir a otros beneficios a largo plazo, como un mayor crecimiento y productividad», indicó uno de los capítulos analíticos del informe de «Perspectivas Económicas Globales».
De hecho, agregó, «a menos que más gente participe en los mercados laborales, el envejecimiento podría ralentizar el crecimiento de las economías avanzadas y, en muchos casos, socavar la sostenibilidad de sus sistemas de seguridad social».
De acuerdo a los cálculos del Fondo, la participación media en la fuerza laboral bajará en 5,5 puntos porcentuales en los próximos 30 años, con algunos países europeos como Francia e Italia cayendo por debajo del 50 %.
«Estos dramáticos cambios demográficos (…) exigen repensar las políticas de inmigración para impulsar la oferta de trabajadores en las economías avanzadas», apuntó.
El Fondo reconoce, no obstante, que «la llegada de inmigrantes puede regenera desafíos, y generar un rechazo político, también puede ser un beneficio para los países receptores».
Como ejemplo del éxito de ampliar el enfoque de las políticas públicas, el organismo dirigido por Christine Lagarde destacó «la importancia del auge en la participación de las mujeres que ha permitido mitigar los efectos del envejecimiento de la población».
El FMI presentará la próxima semana, en concreto el 17 de abril, su informe completo con sus proyecciones actualizadas de crecimiento económico global, que situó hace tres meses en el 3,9 % para este año y el siguiente.
Este acto dará inicio a la asamblea de primavera del organismo, que congregará hasta el 22 de abril a los principales ministros de Economía y banqueros centrales de sus 189 países miembros.