El presidente del Consejo de Transición de Haití, Edgard Leblanc Fils, ha protagonizado un momento viral en su discurso en la Asamblea General de la ONU.
Leblanc decidió beber agua directamente de la jarra, sin servirse antes en un vaso, y derramó además parte del contenido sobre sí mismo. Tras este llamativo gesto, el político se secó la boca y siguió hablando.
Lo ocurrido en Asamblea de la ONU y la carencia de modales de este político haitiano ha recordado a lo sucedido durante las últimas semanas en Ohio con miles de conciudadanos de Leblanc, que no consiguen adaptarse a la vida en Springfield debido a sus tradiciones y costumbres, muy distintas a las de los estadounidenses.
En una reunión del consejo municipal del 27 de agosto, algunos residentes denunciaron que los 20.000 haitianos que han llegado a la ciudad en los últimos años están matando gatos, perros, patos y gansos para alimentarse.
Springfield, una ciudad de clase obrera, vio su población reducida a menos de 60.000 habitantes como consecuencia del cierre de muchas de sus fábricas hace décadas. Hasta hace unos años. Se estima que entre 15.000 y 20.000 inmigrantes haitianos han llegado la ciudad en ese período.