«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La ciudad de Kazán acogió hace escasas semanas la 16ª cumbre de esta asociación

El regreso de Donald Trump supondrá una derrota comercial para los BRICS

La cumbre de los BRICS en Rusia culmina con grandes apuestas y pocos acuerdos. Redes Sociales

La ciudad de Kazán acogió hace escasas semanas la 16ª cumbre de los BRICS, un evento que marcó un hito para el bloque. Además de las naciones fundadoras (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la cumbre contó con la presencia de sus nuevos miembros: Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos, así como representantes de países interesados en unirse, como Arabia Saudita.

A pesar de que no se alcanzaron grandes acuerdos más allá de los reflejados en la declaración conjunta del 23 de octubre, el encuentro reforzó el peso político y económico del bloque, que se está convirtiendo en un desafío cada vez más serio para Occidente y la OTAN. Donald Trump tiene claro que plantará cara desde la vía comercial.

La ampliación de los BRICS y su capacidad para atraer a nuevos aliados subrayan su intención de consolidarse como una alternativa al sistema liderado por Estados Unidos y Europa. Con un peso demográfico que supera el 46% de la población mundial, y una influencia creciente en sectores estratégicos como la energía, el bloque se posiciona como un eje económico en el sur global.

La plataforma de inversión presentada en Kazán no sólo refuerza la integración económica del grupo, sino que también fomenta la independencia financiera de sus miembros respecto a las instituciones dominadas por Occidente, como el FMI o el Banco Mundial. Esto es especialmente relevante para países como Rusia e Irán, que buscan evadir sanciones internacionales y diversificar sus mercados.

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