«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El relato de un niño usado por los Cascos Blancos desmonta el ataque químico

Un niño explica cómo los Cascos Blancos le ofrecieron participar a cambio de unas raciones de comida.


El supuesto ataque químico en Duma por parte del Gobierno de Bashar Al Assad, que sirvió de pretexto a las potencias occidentales para volver a bombardear siria, fue un montaje a manos de los Cascos Blancos. Esto al menos es lo que se desprende del testimonio de un menor sirio que participó en la grabación a cambio de varias raciones de comida.
Hasán Diab, así se llama el pequeño, fue colocado por la «organización humanitaria» junto a otros menores para grabar un reportaje sobre los efectos de las armas químicas en los menores. Todo era mentira y apenas unos días después su testimonio ha desmontado una farsa, otra más, de la eterna guerra que libra Occidente en Siria.
«Estábamos en el sótano. Mi madre me dijo que no había nada para comer. Luego oímos un grito en la calle. Estaban gritando que todos fuéramos al hospital. Fuimos corriendo al hospital. Y cuando entré, me agarraron y me echaron agua encima. Después, nos metieron en la cama junto con otras personas», ha asegurado el pequeño al canal de televisión Rossiya 24.


El corresponsal de guerra del canal Evgueni Podubni  ha señalado que al niño lo obligaron a salir en el vídeo: «El niño no tenía nada que comer, le ofrecieron arroz, dátiles y galletas». El propio padre de Hasán ha confirmado el testimonio del periodista y ha lamentado el ataque contra el pueblo sirio.
«Cuando me enteré de que mi hijo estaba en el hospital, pedí permiso para irme del trabajo y corrí hacia allí. No había armas químicas. Cuando estaba fumando en la calle, no sentí nada. Al entrar al hospital, vi a mi familia. Les dieron dátiles, galletas y arroz por participar en el montaje y nos dejaron ir a todos. Mi hijo se sentía muy bien», ha sentenciado.

Привет. Это Хасан Диаб. Ему 11 лет и он снимался в ролике Белых касок за еду (финики, рис, печенье) 7 апреля в Думе. Хасан жив и здоров и передает привет всем, кто так сильно переживает за пострадавших в Думе от отравления, и одобряет удары по Сирии. ************************************************************In return for playing a victim in #WhiteHelmets propaganda video 11 year old #HassanDiab got some badly needed food a few dates, rice, and a cookie He is alive and well and sends his greetings to everyone#whitehelmets #douma #syria #chemicalattack

Una publicación compartida de Евгений Поддубный (@evgeny.poddubny) el

‘Nadie confirma los hechos’

Cuando los periodistas de One American News Network llegaron a Duma, esperaban el testimonio de muchos ciudadanos hablando acerca de las armas químicas y la utilización de las mismas por parte de Al Assad. Nada más lejos de la realidad.
Tras unos días allí, a los periodistas no les quedó más remedio que desvelar que ninguno de los entrevistados había confirmado el ataque: «Me dijeron que ese día no notaron nada inusual en la zona, todo estaba como siempre».

La historia del pequeño Omran


La imagen del niño de cinco años víctima de un bombardeo dio la vuelta al mundo. Después conocimos por qué los rebeldes y los periodistas lo dejaron ahí rodeado de flashes en vez de atenderle.
¿Recuerdan al pequeño Omran cubierto de sangre y polvo en el interior de una ambulancia? La imagen copó las portadas de la prensa internacional: «Nos utilizaron para atacar al Ejército Sirio, fuimos parte de una campaña mediática contra Bashar Al Assad», reconocen.
El padre, que cambió el nombre al menor para evitar que «sigan utilizando su identidad», explicó que los medios siguen reclamando a su hijo para fotografiarle: «Me han ofrecido grandes cantidades de dinero, algunas en forma de ayuda y otras en forma de donaciones».
Desde La Gaceta denunciamos la manipulación mediática en torno a la fotografía de Omran ya en agosto de 2016. Un vídeo filtrado a través de las redes sociales mostró al autor de la ya celebérrima instantánea, Mahmoud Raslan, preparando la escena a conciencia. El objetivo de los rebeldes no era otro que convertir a Omran en el nuevo Aylan Kurdi.
Todo se entiende mejor conociendo la trayectoria de Raslan. Es posible que hayan visto otra obra suya en las redes: el vídeo de unos rebeldes sirios -de esos moderados que apoyan, financian y arman Estados Unidos y sus aliados- degollando a un niño de unos 12 años, supuesto espía del régimen de Damasco. En él sale el propio Raslan bromeando y confraternizando con los asesinos.
El pequeño fue ejecutado en una calle del barrio de Al Mashhad, en la ciudad de Alepo, por los rebeldes que lo acusaron de combatir en las filas de las brigadas Al Quds, un grupo palestino que lucha en favor del gobierno sirio.
La grabación mostró cómo un individuo agarra al niño del pelo y lo tumba boca abajo en la parte trasera de un vehículo. A continuación, con una pasmosa sangre fría, el militante le ata las muñecas y le corta la cabeza antes de exhibirla en alto.

‘Siempre actuamos igual’

La propaganda de guerra existe incluso antes del primer conflicto armado. En Siria, donde Barack Obama se encargó de fabricar una resistencia armada para tratar de derrocar al gobierno de Al Assad, hemos contemplado capítulos inéditos. Los llamados Cascos Blancos, voluntarios financiados por las potencias occidentales para efectuar labores «humanitarias y de rescate», han sido elevados a la categoría de héroes. Sin embargo, sus acciones están cada vez más en entredicho.
Un antiguo miembro de la asociación ha destapado la «manipulación sistemática» detrás de cada operativo: «Actuábamos como actores. Repetíamos cada escena hasta que quedaba al gusto de los jefes». Y es que numerosas grabaciones con cámara oculta han dejado en evidencia a los voluntarios, que comenzaron una campaña mediática para denunciar las «atrocidades» del régimen de Al Assad mientras recibían la protección de rebeldes moderados armados por Obama.

¿Armas químicas rebeldes?

Militares rusos han informado esta semana de que han encontrado en la ciudad siria de Duma un supuesto laboratorio rebelde con sustancias químicas, lo que incluye bidones de cloro y componentes para la fabricación de gas mostaza.
«Durante la inspección de la ciudad de Duma se encontró un laboratorio y un almacén con sustancias químicas», ha asegurado Alexandr Rodiónov, portavoz de las Tropas Rusas de Defensa Radiactiva, Química y Biológica, a los medios locales.
Entre las sustancias supuestamente encontradas por los rusos se encontraban tiodiglicol y dietanolamina, agentes químicos necesarios para producir gas mostaza.
«También se encontró un bidón con cloro, similar al utilizado por los rebeldes en la puesta en escena del falso material difundido ampliamente» (en relación al supuesto ataque químico cometido el pasado 7 de abril en Duma, en el que murieron decenas de personas y del que se responsabilizó al régimen sirio), ha precisado.
El militar ruso ha agregado que, a la vista del hallazgo, «se puede llegar a la conclusión de que dicho laboratorio era utilizado por grupos armados ilegales para la producción de agentes tóxicos».

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter