El lascivo magnate donó 100.000 dólares a Planned Parenthood, que dirige la mayor parte del dinero que recibe de particulares a la práctica de abortos
El nombre del magnate estadounidense Harvey Weinstein, generoso donante de dinero para las causas del Partido Demócrata, ha aparecido en muchos medios de comunicación esta semana. ¿El motivo? La revelación, por parte del ‘New York Times’, de reiterados y presuntos acosos sexuales a actrices, modelos, asistentes, etc. desde mediados de los años noventa.
Weinstein, que fue impulsor de la carrera profesional del conspicuo cineasta Quentin Tarantino, silenciaba a sus víctimas con dinero; un dinero que servía para que éstas no le llevasen a juicio. Ante la gravedad de los hechos imputados al magnate, la empresa que él mismo fundó, ‘Weinstein Company’, ha decidido apartarlo de su organigrama.
Una de las pocas víctimas que sí ha denunciado los presuntos ataques de este empresario defensor de la causa del progresismo norteamericano ha sido Ashley Judd, actriz que ha relatado su experiencia al ya citado diario neoyorquino. Así, cuenta cómo, durante el rodaje de la película El coleccionista de amantes, Weinstein le citó para una reunión de trabajo en el hotel Península de Beverly Hills. Al llegar allí, el magnate, engalanado únicamente con una bata, impelió a Judd a darle un masaje en el cuello y a observarle duchándole.
Vínculo con Planned Parenthood
Tal y como recoge Breitbart, el magnate está vinculado con Planned Parenthood, esa multinacional abortista que, entre otras actividades, se dedica a vender órganos de bebés asesinados en el vientre de sus progenitoras. No en vano, Weinstein y su esposa – la reputada diseñadora de moda Georgina Chapman – participaron el pasado 2 de mayo en la celebración del centésimo aniversario de la organización fundada por Margaret Sanger.
Durante el transcurso de este festejo, en el que Hillary Clinton fue agasajada con el premio de ‘Campeona del Siglo, el lascivo magnate donó 100.000 dólares a Planned Parenthood, que dirige la mayor parte del dinero que recibe de particulares a la práctica de abortos.
Tras la difusión de las reprobables actividades sexuales de Weinstein, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no desaprovechó la oportunidad de pronunciarse sobre la cuestión el pasado domingo: ‘Conozco a Harvey Weinstein desde hace mucho tiempo; no me sorprende para nada’, aseveró el republicano, quien no tiene una buena opinión del magnate desde hace años.
