Medios oficiales iraníes alertaron de varias explosiones durante la madrugada del sábado en la capital del país, Teherán, y en la ciudad de Karaj.
Posteriormente Israel anunció que efectivamente había dado luz verde a una ofensiva aérea contra blancos militares en el país persa, en respuesta a los «ataques continuados» de Irán.
A inicios de octubre las autoridades iraníes ordenaron el lanzamiento de al menos 200 misiles balísticos contra Israel, en respuesta al asesinato de los líderes del movimiento terrorista Hezbolá, Hasan Nasrallah e Ismail Haniyeh.
En semanas previas, luego de que Irán emprendiese dicho ataque, el Gobierno de Benjamín Netanyahu había dicho que el mismo había cometido «un grave error y pagaría por ello».
«Irán cometió un gran error anoche, y pagará por ello. El régimen de Irán no entiende nuestra determinación de defendernos y de eliminar a nuestros enemigos (…) Aparentemente hay algunos en Teherán que no lo entienden. Lo entenderán», enfatizó el primer ministro israelí en sus redes sociales.