«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LA DICTADURA DE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO

La censura ‘woke’ alcanza a Roald Dahl: la editorial reescribe sus libros para eliminar palabras como «gordo» o «fea»

Augustus Gloop. Warner Bross
Augustus Gloop. Warner Bross

La censura «woke» también ha llegado a los libros de uno de los autores infantiles más vendidos de la historia con más de 250 millones de libros vendidos: Roald Dahl. La editorial Puffin ha contratado a «lectores sensibles» para que reescriban fragmentos de sus libros que hoy puedan considerarse «ofensivos».

Así, se han hecho decenas de cambios al texto original, extinguiendo las coloridas y memorables descripciones de Dahl, algunas de más de cincuenta años, para hacer que sus personajes sean menos «grotescos».

Las principales modificaciones se han hecho en la descripción de la apariencia física de los personajes. Por ejemplo, en las nuevas ediciones ya no aparece la palabra «gordo», que se ha eliminado de todos los libros, según informa DailyMaill.

Así, Augustus Gloop, el personaje gordo de Charlie y la fábrica de chocolate, pasará a describirse como «enorme», y la «fea y bestial» Sra. Twit de Los cretinos, ahora solo será «bestial». Otros personajes como la la Sra. Hoppy en Agu Trot también han sido sometidos a cambios en su descripción: la hasta ahora «atractiva dama de mediana edad» es ahora la «amable dama de mediana edad».

No solo se eliminan esos calificativos considerados «despectivos»; el género también se elimina. Los Oompa-Loompas que alguna vez fueron «hombres pequeños» ahora son simplemente «gente pequeña».

La editorial también ha añadido pasajes no escritos por el difunto autor, fallecido en 1990, para adecuar algunos párrafos a lo «políticamente correcto». Así, en Las brujas, al párrafo que describe a las protagonistas como calvas debajo de sus pelucas se ha añadido un nueva línea: «Hay muchas otras razones para que las mujeres puedan usar pelucas y ciertamente no hay nada malo en eso».

También se ha cambiado la profesión de alguna de estas brujas: la que hasta ahora se hacía pasar por «cajera de supermercado» ahora trabaja como «científica».

El clásico Matilda tampoco ha escapado a la censura woke. Su protagonista ya no lee a Rudyard Kipling, autor del ahora «racista» El libro de la selva, sino a Jane Austen, autora de Sentido y sensibilidad.

Los cambios han sido realizados por la editorial Puffin y Roald Dahl Story Company, que fue comprada por Netflix en 2021 por 500 millones de libras. Sin embargo, esta revisión ya había comenzado en 2020 cuando la empresa aún estaba dirigida por la familia Dahl.

Matthew Dennison, el biógrafo de Dahl, ha reaccionado a los cambios y ha defendido que el autor eligió cuidadosamente su vocabulario: «Estoy casi seguro de que habría reconocido que las alteraciones en sus novelas provocadas por el clima político fueron impulsadas por adultos en lugar de niños».

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