Mientras el mundo seguía con su rutina diaria, una revolución ideológica avanzaba sin resistencia. Bajo falsas consignas de inclusión, diversidad y tolerancia, se desplegó una ofensiva que reconfiguró el sentido común, la educación, la justicia, la cultura y las relaciones humanas.
En Las guerras que perdiste mientras dormías, cómo la ideología woke invadió tu mundo sin disparar un solo tiro; Karina Mariani, colaboradora de La Gaceta, expone la forma en que la ideología woke ha transformado nuestras sociedades, colonizando instituciones, silenciando disidencias y enfrentando a la población en una batalla cultural sin precedentes.
Con un análisis afilado y documentado, este libro no sólo describe las tácticas de esta guerra silenciosa, sino que también desafía al lector a recuperar el terreno perdido.
El libro, que se distribuye tanto en formato digital como en papel a través de Amazon a partir del pasado 8 de febrero, cuenta con dos prólogos de lujo, el periodista argentino Dardo Gasparré dice en uno de ellos: «Si se tratase de encontrar un símbolo y un común denominador de las características de la llamada Agenda 2030 —ahora como tantos de sus objetivos y profecías extendida a 2045— se llegaría sin vacilar a la épica de las llamadas percepciones de género, sexo, edad, raza, aun especie, que es el hilván secreto y silencioso que las une y las define. Karina Mariani estudia el fenómeno, lo describe y analiza cuidadosamente en este libro que ha merecido una cuidadosa investigación previa, que la autora ha sabido compartir con el lector sin abrumarlo con citas bibliográficas, usando ejemplos e historias que parecen a veces de ficción, aunque reflejen la más estricta e irrefutable realidad. Mariani se ocupa de aclarar que no cree en las teorías conspiranoicas. Más bien debió decir que hace un esfuerzo para no creerlas. La cancelación sistémica de las universidades y de la enseñanza en todos sus niveles, su deterioro y desvirtuación, la pérdida del respeto académico que se ha generado por la prédica y por el ciego acatamiento de las casas de estudios necesariamente coadyuva a la destrucción de la educación, símbolo mismo de la civilización contemporánea en todos sus significados».
El otro prólogo corresponde al ensayista y periodista español, Javier Benegas, que dice: «Es habitual caer en el error atraídos por la parte de verdad que en ocasiones en ese error se encierra. En nuestro mundo occidental, tal verdad sería que en nuestro pasado hay sombras oscuras. Y el error, ignorar que la luz se abrió paso en el momento en que la cultura de Occidente cristalizó, como escribe Karina Mariani, en la más ecuánime, tolerante, pujante, rica, solidaria y libre del globo. Sin embargo, apoyada en la inevitable imperfección, la política no se detuvo en ese logro: se extralimitó. Elevó las lógicas imperfecciones de cualquier civilización a la categoría de problemas estructurales. Y armada hasta los dientes de ingeniería social, acabó penetrando nuestra esfera privada. Paso a paso, de forma incremental, políticos, tecnócratas y expertos tomaron cada espacio privado, cada rincón íntimo, convirtiéndose en un monstruo que, como la hidra, tiene infinidad de cabezas, una por cada frente abierto, por cada espacio tomado al asalto. Para salvar al Occidente que ama, Karina Mariani, enfrenta una a una estas cabezas. Con devoción, pero también con extraordinaria minuciosidad, las corta desde la raíz con el filo de una fina inteligencia».