Los cerca de 3.000 buscapersonas que explotaron este martes en Líbano y Siria, empleados por la organización terrorista Hezbolá, fueron fabricados en Taiwán por la empresa Gold Apollo.
Cada uno de estos dispositivos fue alterado presuntamente por Israel para incluir una carga explosiva junto a su batería, según asegura el periódico New York Times. Hezbolá y el gobierno libanés han responsabilizado a Israel por el ataque, en medio de las continuas tensiones que ambos mantienen desde el conflicto de Gaza el año pasado.
El mismo medio, citando fuentes anónimas de Estados Unidos y otras naciones, sostiene que los dispositivos fueron modificados antes de llegar a sus destinatarios. El peso del explosivo añadido a cada aparato oscilaba entre 28 y 56 gramos. A las 3:30 p.m., hora local, todos los dispositivos emitieron un tono que indicaba la llegada de un mensaje de la cúpula de Hezbolá. Sin embargo, esa señal desencadenó la detonación del explosivo, que estalló en segundos. Como resultado, más de 2.800 personas han resultado heridas y nueve han muerto, incluyendo una niña de diez años cuyo padre es miembro de Hezbolá.
En respuesta, Gold Apollo ha negado haber producido los buscas implicados en las explosiones, y ha señalado a otra compañía, BAC, como la responsable de su fabricación. La empresa taiwanesa, con sede en Nuevo Taipéi, ha aclarado mediante un comunicado que mantiene un acuerdo de «autorización de marca privada» con BAC para la venta de sus productos en ciertas regiones. Según este acuerdo, BAC se encarga tanto del diseño como de la producción, mientras que Gold Apollo sólo proporciona el uso de su marca registrada.
Sobre el modelo AR-924, presuntamente utilizado en los atentados, la compañía ha reafirmado que BAC es la encargada de su fabricación y venta. «Nosotros sólo autorizamos el uso de nuestra marca; no participamos en el diseño ni en la manufactura de estos equipos. Siempre hemos cumplido con las normativas y mantenemos una relación transparente con nuestros socios», explica el comunicado oficial de la empresa taiwanesa.
El presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, ha revelado ante la prensa que llevan colaborando con BAC por dos años y que esta empresa está ubicada en Europa. Hsu ha afirmado que los buscapersonas involucrados en las explosiones habían sido distribuidos en el mercado hacía menos de dos años. Además, ha señalado que la empresa planea presentar una «demanda internacional» por este incidente, según lo publicado por el medio taiwanés CTI News.
Mientras tanto, tanto Hezbolá como el Ministerio de Exteriores de Líbano culpan a Israel de llevar a cabo un «ataque cibernético» para detonar los dispositivos, pero hasta el momento, las autoridades israelíes no han hecho declaraciones oficiales al respecto.