«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los resultados finales electorales en Israel confirman el bloqueo político

Los resultados finales de las elecciones del martes 17, a falta de algunas validaciones, confirman el bloqueo político en Israel, sin mayorías parlamentarias de los dos grandes bloques, y que el Likud de Benjamín Netanyahu deja de ser el partido más votado.

El Comité Electoral Central israelí publicó hoy el primer recuento final, que no será definitivo hasta que se le presente al presidente, Reuvén Rivlin, el próximo miércoles 25 pero sobre el que no se esperan cambios sustanciales y que corrobora que la coalición centrista Azul y Blanco, de Beni Gantz, es la primera fuerza parlamentaria con 33 de los 120 escaños, dos más que el Likud.

La participación final alcanzó el 69,72 % (4,4 millones de 6,3 llamados a votar), un 1,8 % más que en los comicios de abril.

Azul y Blanco supera en unas 37.000 papeletas al derechista Likud, que ha perdido más de 28.000 votos con respecto a los comicios de abril.

La Lista Unida, que representa a la minoría árabe-israelí, se consolida como la tercera fuerza más votada con el 10,62 % de los sufragios y logra 13 asientos en el Parlamento

Por detrás queda el partido ultraortodoxo sefardí Shas, que obtiene un 7,44 % de votos, 9 escaños, y el ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar con un 6,99 % y 8 asientos, el mismo número obtenido por el ultrarreligioso ashkenazí Judaísmo Unido de la Torá con un 6,06 %.

A la cola está la alianza derechista y religiosa Yamina con el 5,88 % (7 escaños), seguida de la coalición de Laborismo-Guesher con el 4,80 % (6) y la izquierdista Unión Democrática con un 4,34 % (5).

El partido Poder Judío, considerado racista, no supera el umbral del 3,25 % requerido para entrar en la Knéset.

En Jerusalén, el Likud obtuvo el 23 % de los votos (un 2 % menos que en abril) y dejó de ser el partido más votado, por debajo del ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá que se impuso con el 25 %.

En el otro gran centro urbano, Tel Aviv, Azul y Blanco perdió alrededor de tres puntos (del 46 % al 43 %), mientras que Israel Nuestro Hogar aumentó hasta un 4 %, en comparación con el apenas 1 % obtenido en las últimas elecciones.

Lieberman subió sus números en casi todo el país, con una campaña basada en una agenda laica y la oposición a la coalición de derechas y partidos religiosos de Netanyahu.

En las tres principales urbes de las áreas cercanas a la frontera con Gaza, Ashdod, Ashkelón y Sderot, se volvió a imponer el Likud, aunque bajó respecto a abril, mientras que Israel Nuestro Hogar mejoró sus resultados.

Ambos partidos son derechistas, pero el de Lieberman tiene una línea más dura y ha remarcado en múltiples ocasiones la necesidad de responder con mayor severidad a los cohetes que lanzan facciones palestinas desde la franja y que castigan a estas poblaciones periféricas.

El Comité Electoral no incluye en este recuento los votos de 14 centros que están siendo investigados y varias urnas revisadas por irregularidades, por lo que el resultado definitivo no será anunciado hasta el próximo miércoles.

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