El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Naser Burita, ha manifestado este lunes su rechazo a la propuesta «recalentada» y que «nació muerta» planteada por el enviado especial de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, sobre la partición del territorio entre Marruecos y el Frente Polisario. Además, ha rechazado dar más detalles sobre el plan de autonomía marroquí hasta que la otra parte acepte sus fundamentos.
Burita ha revelado que De Mistura ya planteó la propuesta de partición en abril, durante su última visita a Marruecos. Ya entonces «Marruecos reafirmó su clara postura conforme a las instrucciones del rey Mohamed VI de rechazar esta idea«, ha relatado el ministro durante una rueda de prensa con su colega estonio, Margus Tsahkna, y publicada en redes sociales.
Además ha recordado que la «vieja» propuesta de partición ya fue planteada en 2002 por James Baker y que también entonces «Marruecos reaccionó con claridad».
«El rey Mohamed VI no negocia su Sáhara, no negocia su soberanía sobre el Sáhara, ni negocia sobre la unidad nacional. Marruecos negocia sobre el conflicto regional con un país vecino que disputa su soberanía sobre su tierra», ha remachado. «La soberanía de Marruecos y de su Sáhara marroquí jamás han estado sobre la mesa de negociación y jamás serán objeto de ningún acuerdo«, ha recalcado.
Rabat trasladó así a De Mistura que «tales ideas son inaceptables y totalmente irrelevantes«. «Marruecos jamás las ha aceptado y jamás las aceptará porque contradicen la posición de principios del Reino y de todos los marroquíes de que el Sáhara es marroquí y que forma parte integral de su territorio nacional», ha subrayado.
Burita ha emplazado a De Mistura a «decir de dónde ha sacado esta idea». «¿Quién se la sugirió y quién le animó a presentarla? Ha sido su iniciativa o una propuesta de otra parte? ¿Qué motivaciones hay tras esta idea?», ha planteado.
Propuesta de autonomía
Burita se ha referido también a la petición de De Mistura de detallar el plan de autonomía planteado por Rabat para la antigua colonia española.
«Está abierta a debate dentro de las líneas rojas establecidas. Los elementos fundamentales del plan no son negociables«, ha explicado Burita antes de defender la propuesta como «marco integral para la resolución del conflicto».
Ha defendido así un diálogo genuino entre las partes. «Sólo cuando las demás partes demuestren voluntad de compromiso con el plan de autonomía dentro de sus parámetros definidos se podrán conseguir avances significativos», ha apuntado.
La antigua colonia española del Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 pese a la resistencia del Frente Polisario, con quien se mantuvo en guerra hasta 1991, cuando ambas partes firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación. Las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria.
El último revés para los saharauis fue el apoyo de los gobiernos español y francés al plan de autonomía marroquí, un cambio de postura calificado de traición por el Polisario, que recuerda además que España es aún de iure la potencia administradora del Sáhara Occidental.