«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Muere el senador republicano John McCain, rival de Obama en 2008

Fotografía de archivo fechada el 30 de noviembre de 2017, que muestra al senador republicano y presidente del comité de Servicios Armados en el Senado, John McCain (c), a su llegada para presidir una reunión del comité, en Washington (EE.UU).
Fotografía de archivo fechada el 30 de noviembre de 2017, que muestra al senador republicano y presidente del comité de Servicios Armados en el Senado, John McCain (c), a su llegada para presidir una reunión del comité, en Washington (EE.UU).

El senador padecía un agresivo cáncer cerebral y ha fallecido rodeado de su familia. 

Una crónica de Lucía Leal (EFE).– El senador republicano John McCain fue un veterano y exprisionero de guerra que perdió las elecciones de 2008 contra Barack Obama. Al final de su vida se convirtió en una de las voces conservadoras más críticas con el presidente estadounidense, Donald Trump.
El veterano legislador, que murió rodeado de su familia en su casa cerca de Sedona (Arizona), era una de las figuras políticas más respetadas de Estados Unidos, a pesar de que pasó la mayor parte de su carrera desafiando las normas y los esquemas establecidos de un Partido Republicano al que dedicó más de tres décadas de su vida.
«El senador John Sidney McCain III murió a las 4:28 pm el 25 de agosto de 2018. Su esposa Cindy y su familia estaban con el senador cuando falleció. En el momento de su muerte, había servido de forma fiel a los Estados Unidos de América durante sesenta años», informó la oficina de McCain en un comunicado. «Murió de la forma en que vivió: bajo sus propios términos, rodeado de la gente que amaba, y en el lugar que más le gustaba», afirmó en un tuit su esposa Cindy, que un día antes había anunciado la interrupción del tratamiento médico a su marido.

Torturas en Vietnam

McCain, un veterano de la Armada que fue prisionero de guerra y sufrió torturas durante cinco años en Vietnam, saltó a la fama internacional durante su campaña presidencial de 2008 contra Barack Obama, y en los últimos años había acaparado titulares por sus amargos desencuentros con el actual mandatario estadounidense, que, tras conocer su muerte, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter: «Mi más profunda solidaridad y respecto a la familia del senador John McCain. Nuestros corazones y oraciones están con vosotros»


La primera dama, Melania Trump, agradeció a McCain «su servicio a la nación», y el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, destacó en un tuit «la carrera de servicio al país» del senador, «tanto en las Fuerzas Armadas como en la vida pública».
El expresidente Barack Obama también emitió un comunicado sobre el que fuera su rival en las elecciones de 2008, de quien dijo que «pocos han superado las pruebas que él superó» como prisionero de guerra: «John McCain y yo fuimos miembros de generaciones diferentes, vinimos de contextos completamente diferentes, y competimos en el nivel más alto de la política. Pero compartimos una fidelidad a algo superior: los ideales por los que generaciones de estadounidenses e inmigrantes han luchado, combatido y sacrificado».
Muchos en ambos lados del espectro político estadounidense recuerdan aún cómo reaccionó McCain cuando, durante la campaña de 2008, una de sus votantes criticó a Obama y le llamó «árabe».
«No, señora. Él es un hombre de familia decente», replicó McCain, quien también pidió a sus simpatizantes que no tuvieran «miedo» de una posible Presidencia de Obama.
Conocido como el «inconformista» de su partido, McCain no tenía problemas a la hora de desafiar los cánones establecidos en el aparato republicano. McCain criticó en varias ocasiones la política exterior de Trump tras su llegada al poder, y la tensión que bullía entre ambos tuvo su máxima expresión en una votación en el Senado sobre una medida que habría derogado la reforma sanitaria de Obama, en julio de 2017.
El senador, que acababa de ser diagnosticado de cáncer, hundió las perspectivas de esa ley con un voto negativo, mostrando la mano con el pulgar hacia abajo, que emitió de madrugada en el pleno del Senado y del que Trump aún habla amargamente en sus mítines.
Nacido en 1936 en el canal de Panamá, cuando éste aún estaba bajo control estadounidense, el senador se casó dos veces y con su ahora viuda, Cindy, tuvo siete hijos que le dieron cinco nietos.

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