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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Miles de musulmanas denuncian acoso sexual en el peregrinaje a La Meca

Imagen de La Meca

En apenas 48 horas Internet se ha llenado de testimonios que nos muestran el acoso a que son sometidas las mujeres en las peregrinaciones a la Ciudad Sagrada.


Contagiadas por el clima hogaño imperante, las mujeres musulmanas han comenzado a alzar la voz para denunciar las agresiones sexuales que padecen habitualmente en las peregrinaciones a La Meca. Esta campaña, cuyo lema es #MosqueMeToo, ha sido emprendida esta semana por la activista egipcio-estadounidense Mona Eltahawy, quien ha relatado en redes sociales cómo la agredieron sexualmente a los quince años.
En apenas 48 horas Internet se ha llenado de testimonios que nos muestran el acoso a que son sometidas las mujeres en las peregrinaciones a la Ciudad Sagrada: en medio de las aglomeraciones que se forman en torno a la Kaaba – a la que los fieles rodean en siete ocasiones – tocamientos y manoseos se suceden como gritos en una película de terror.
Una de las primeras mujeres en denunciar una experiencia desagradable durante la peregrinación a La Meca ha sido la paquistaní Sabica Khan: ‘Durante mi sexta a la Kaaba, noté contra mi trasero algo que lo presionaba con fuerza. Me quedé paralizada, sin saber si era intencionado. Lo ignoré y seguí avanzando despacio porque la multitud era enorme (…) Me quedé literalmente petrificada. No podía escapar, así que me paré y me giré todo lo que pude para ver qué estaba pasando… Pero no conseguí ver quién era’, ha narrado en su cuenta personal de Facebook.
 


A raíz de este testimonio, han proliferado las acusaciones y las denuncias: ‘Apoyo a mis hermanas que han experimentado acoso sexual en ambientes que pensaban seguros. La gente horrible puede habitar los espacios sagrados. Habla de su propio carácter. Como musulmanas, es nuestro deber abogar por nuestras hermanas que se enfrentan a la injusticia’, ha asegurado una tuitera.
 


Fui acosada sexualmente a los 21 años cuando estaba haciendo tawaf, allí mismo, ¡en el lugar más sagrado! El hecho de que sucedió allí, en ese lugar donde se supone que es el Santuario más santo y más seguro, me hizo tanto daño que nunca me recuperé de él!’, ha confesado otra mujer.
 


Por lo general, los testimonios responden al mismo patrón: tocamientos sutiles, con apariencia de involuntarios. ‘Fui acosada sexualmente durante tawaf. Pensé que era accidental, pero él me seguía tocando. Quiero decir, si los hombres no pueden disciplinarse, incluso en el lugar más sagrado de la tierra, he perdido la esperanza de que los hombres dejen de acosarnos. Sólo queremos estar a salvo’, asegura otra
 

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