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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La oposición venezolana pide a España que se sume a la presión por la transición

«Es impensable que mientras las democracias del mundo tienen una decisión muy clara de lograr una transición democrática en el país, España piense ir por la vía contraria».

Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y uno de los principales opositores al presidente Nicolás Maduro, ha pedido al Gobierno español que se sume a la presión internacional para que, a partir del 10 de enero, haya una transición democrática en Venezuela.

El diputado del partido Primero Justicia, que se encuentra exiliado en Bogotá después de que el Supremo de Venezuela ordenara su detención y la del diputado Juan Requesens, en prisión, acusados de atentado en contra del presidente Maduro, ha mostrado su convicción de que en su país se aproximan fechas «que pueden ser definitorias. Y es que el 10 de enero el mundo entero ha dicho que no reconocerá ese nuevo periodo de Maduro que es producto de un fraude electoral». Ese día el presidente jurará ante la Asamblea Nacional Constituyente para un nuevo período presidencial 2019-2025.

Borges se ha mostrado convencido de que a partir de ese día «no solo en Latinoamérica con el grupo de Lima -formado por 17 países que buscan una salida para Venezuela-, sino Estados Unidos, Canadá y Europa van a tomar medidas fuertes que pueden conducir a que se fracture de una vez por todas la dictadura y podamos tener un desenlace democrático en el país».

«La crisis que ha generado Maduro es también una oportunidad para que la presión interna, sumada a la internacional, pueda conducir a una nueva etapa», ha insistido.

Borges ha explicado que no se trata de pensar que todo cambie el mismo 10 de enero, «pero sí de que haya un determinación muy clara en las democracias del mundo de que el 10 de enero tiene que entrarse en otra etapa con respecto a la dictadura de Maduro, que es ya un Estado fallido que representa una amenaza completa para toda la región».

En esta línea, Borges ha pedido al Gobierno español que se sume a ejercer «toda la presión posible para que se pueda lograr el cambio en el país. Es impensable que mientras las democracias del mundo tienen una decisión muy clara de lograr una transición democrática en el país, tengamos una España que piense que puede ir por la vía contraria, buscando otra cosa que significaría dar estabilidad a Maduro».

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