«Hungría no es un país de inmigración y no lo quiere ser. Tampoco puede aceptar que le obliguen a este cambio», señala.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha asegurado en una carta enviada al presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, que Bruselas quiere convertir a Hungría en un país de inmigración, algo que valora como «violencia» contra los húngaros.
«Hungría no es un país de inmigración y no lo quiere ser. Tampoco puede aceptar que le obliguen a este cambio», señala el primer ministro en la misiva, hecha pública este jueves por el Gobierno húngaro.
«El concepto de solidaridad descrito en su carta no es otra cosa que una propuesta de convertir a Hungría en un país de inmigración, frente a la voluntad de los ciudadanos húngaros. Pienso que esto no es solidaridad, sino violencia», afirma Orbán.
El primer ministro se refería a una reciente misiva enviada por Juncker a Budapest en la que rechaza cualquier financiación comunitaria para las vallas fronterizas en el sur de Hungría destinadas a impedir la entrada de inmigrantes y refugiados.
El presidente de la Comisión aseguró asimismo que la UE no financia vallas y recuerda a Orbán que la solidaridad tiene que ser «recíproca», es decir, que Hungría debería acoger refugiados de países como Italia o Grecia.
«Estoy convencido de que aquel que no apoya la valla no puede, pero tampoco quiere, defender a los ciudadanos de la UE», asegura Orbán en su carta, en la que opina que las políticas de Bruselas animan a los refugiados a partir hacia Europa.
El Gobierno húngaro decidió levantar las vallas en 2015, cuando cientos de miles de refugiados llegaron a Europa central a través de la llamada «ruta balcánica».
El ministro de Exteriores califica la sentencia de la UE de ‘irresponsable’
El ministro de Exteriores y Comercio de Hungría, Péter Szijjártó, ha tachado de «irresponsable» la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que avala la decisión del Consejo de la UE de reubicar en dos años a 120.000 solicitantes de asilo desde Grecia e Italia hacia otros Estados miembros.
La sentencia «es muy irresponsable porque creemos que va en contra de los intereses de los países europeos y la seguridad de la UE», ya que trata de llevar adelante una «iniciativa peligrosa» que es «totalmente fallida», ha dicho Szijjártó.
El jefe de la diplomacia húngara considera «muy importante mirar la sustancia de la sentencia», que «no dice que Hungría tenga que recibir a inmigrantes ilegales desde mañana», sino que «la decisión del Consejo de Ministros de Interior de la UE sobre la obligación de cuotas está en línea con la legislación europea».
Así, ha señalado que «ahora va a dar comienzo un debate legal» en el que van a «proteger al país».
Szijjártó ha admitido que «no se pueden ignorar las sentencias de la corte europea», pero ha pedido entender «de qué trata» este fallo judicial en particular.
«Habrá otra lucha legal sobre la sustancia de esta decisión», ha comentado, y ha dejado claro que Hungría «siempre ha respetado» normas europeas como la del espacio europeo sin fronteras Schengen, que «nos da obligaciones muy claras sobre cómo proteger la frontera exterior de la UE».
«Y nunca aceptaremos un nuevo enfoque de nadie, excepto del pueblo o el Gobierno húngaros, que decida a quién hay que dejar entrar al territorio de Hungría», ha añadido.
Tras la sentencia, Szijjártó ha dicho estar «bastante seguro de que habrá otro procedimiento legal» y ha prometido: «vamos a luchar arduamente».
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dio el miércoles un varapalo a Hungría y Eslovaquia al rechazar los recursos que ambos habían presentado contra la decisión del Consejo (países) para reubicar a demandantes de asilo.
En dos acuerdos hace dos años, el Consejo decidió reubicar a un total de 160.000 peticionarios de asilo desde Grecia e Italia pero algunos países rechazaron ese acuerdo y otros apenas lo han cumplido: casi 28.000 personas han sido reubicadas en el plazo previsto.
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