El ataque coincide con el inicio de una nueva ronda diplomática promovida por el mediador estadounidense Jason Greenblat
Tras tres meses de relativa calma en Tierra Santa, un palestino provisto de una pistola ha asesinado a primera hora de este martes a dos guardias de seguridad israelíes y a un agente de la policía de fronteras. El atacante, que ha perpetrado el atentado en el asentamiento de Har Adar (a quince kilómetros de Jerusalén), también ha herido, de gravedad, a un cuarto individuo hebreo.
El terrorista, que se ha infiltrado en la colonia entre un grupo de trabajadores palestinos, ha sido abatido por las fuerzas de seguridad del país. Identificado como Mahmud Jabar, contaba 37 años, era oriundo de la aldea de Beit Surik (Cisjordania septentrional) y gozaba de permiso de trabajo en Israel. Así rezaba el comunicado por el que se ha difundido la trágica noticia: ‘Un terrorista que llegó al acceso de Har Adar disparó sobre las fuerzas de seguridad que había en el lugar’.
Un portavoz de la organización yihadista Hamás ha aseverado que el atentado es ‘un nuevo capítulo de la intifada Al Quds contra los intentos de judaizar una ciudad que es árabe e islámica’.Por su parte, el grupo terrorista ‘Yihad Islámica’ se ha unido a las albricias de Hamás y se ha referido al ataque como ‘una reacción natural a las violaciones diarias del Templo Sagrado, de Jerusalén, el pueblo palestino y sus derechos.
En el peor momento posible
Recordemos que el ataque coincide con el inicio de una nueva ronda diplomática promovida por el mediador estadounidense Jason Greenblat con objeto de reactivar las negociaciones entre hebreos y árabes, suspendidas desde abril de 2014.
El ataque se ha producido en el peor momento posible, pues en esta época del año se concentran bastantes festividades judías: Año Nuevo (la semana pasada), Yom Kipur (este fin de semana), y la Fiesta de los Tabernáculos. No en vano, se trata de un tiempo en el que, en años pasados, individuos palestinos han perpetrado atentados contra población israelí.
En estos días, además, se cumple el segundo aniversario del inicio de una ola de violencia – la más mortífera desde la conclusión de la segunda intifada (2000-2005) – que, hasta el momento, ha provocado la muerte de 50 israelíes, 7 extranjeros y 295 palestinos. Cabe decir, a este respecto, que la mayor parte de estos palestinos han sido abatidos por la policía después de cometer ataques.
