‘Al Raqa está en ruinas. Literalmente, no hay un solo edificio en pie. Bajo las ruinas, miles de cuerpos están todavía enterradas’, ha señalado el embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, con manifiesta indignación.
Tras una cruenta guerra que ya parece agonizar, se antoja indispensable reconstruir Siria y garantizarle a sus habitantes, así, un futuro digno y próspero. Eso manifiesta, al menos, el Gobierno ruso, que ha arremetido este martes en Naciones Unidas contra Estados Unidos por la situación existente en una ciudad concreta: Al Raqa, que fue liberada el pasado año del yugo del Estado Islámico por una coalición de milicias kurdas con el respaldo de Washington.
En este sentido, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha detallado el paupérrimo estado en que se halla la ciudad: ‘Al Raqa está en ruinas. Literalmente, no hay un solo edificio en pie. Bajo las ruinas, miles de cuerpos están todavía enterradas’, ha señalado él, con manifiesta indignación.
Nebenzia ha recordado que, desde que EEUU ocupó de facto Raqa el pasado año, la reconstrucción de la zona no ha avanzado y que la población que regresa allí se enfrenta a graves problemas tales como la miseria y la carencia de salubridad y oportunidades. De acuerdo con él, el único modo de resolver la hodierna situación es restablecer las estructuras del Estado en la ciudad.
Estados Unidos, por su parte, ha defendido que las operaciones contra el EI se llevaron a cabo con un «escrupuloso» respeto de las normas y buscando siempre minimizar las bajas de civiles, mientras el régimen y sus aliados se centraban en combatir a grupos opositores no terroristas (ya nos hemos referido en La Gaceta a la verdadera esencia de estos grupos).
Ahora, las autoridades estadounidenses están tratando de facilitar la entrada de ayuda humanitaria, pero el Gobierno sirio pone trabas, ha asegurado la representante de EE.UU. en la sesión, Kelley Currie.
Según Currie, la reunión solicitada este martes por Rusia es parte de una campaña para «distraer de las atrocidades cometidas por el régimen» de Bachar al Asad.
Las dos potencias han vuelto a intercambiar, además, acusaciones sobre los últimos acontecimientos en Siria, con Nebenzia insistiendo en que los ataques lanzados por Washington y sus aliados en respuesta al supuesto uso de armas químicas complican una posible negociación de paz.
