‘Las ayudas a los norcoreanos más desfavorecidos deben mantenerse independientemente de la situación política’
Pese a la nueva y tensa situación que se está gestando en la región Asia-Pacífico, el Gobierno surcoreano mantiene una posición conciliadora con su vecino comunista septentrional, cuyas últimas provocaciones han alarmado sobremanera a la comunidad internacional. Así, tras tratar de emprender un diálogo con Pionyang en el mes de mayo, ha manifestado este lunes su propósito de enviar ayuda humanitaria a los norcoreanos más desfavorecidos, a aquéllos que viven en la miseria material.
De esta manera lo ha explicado, al menos, el portavoz del Ministerio surcoreano de Unificación, Baik Tae-Hyun, quien se ha referido a las ayudas como un imperativo moral en una rueda de prensa concedida este lunes: ‘Las ayudas a los norcoreanos más desfavorecidos deben mantenerse independientemente de la situación política’.
Estas declaraciones de Baik, que ha aseverado que muchos países comparten la postura defendida por su Gobierno, llegan a tres días de que el Parlamento decida si es conveniente o no aprobar el envío de unos ocho millones de dólares en ayudas alimentarias; dinero que sería destinado principalmente a mujeres y niños a través de agencias de Naciones Unidas.
A pesar de la supuesta unanimidad internacional respecto a las ayudas aducida por el portavoz del Ministerio de Unificación, lo cierto es que en el interior de Corea del Sur no hay, ni mucho menos, opiniones compartidas de modo generalizado. De este modo, el sector conservador de la opinión surcoreana es reacia a conceder auxilio a la población desfavorecida de la Corea septentrional en un momento en que el Consejo de Seguridad de la ONU le ha impuesto a ésta diversas sanciones como consecuencia de sus constantes violaciones de la legislación internacional.
Refuerzo de la alianza Washington-Tokio-Seúl
El desafío norcoreano ha estrechado la alianza existente entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur; países cuyos destinos llevan entrelazados desde el final de la II Guerra Mundial. En manifestación de esta tendencia cohesionadora, los Gobiernos de los tres Estados han anunciado que llevarán a cabo un ejercicio antimisiles como respuesta a los constantes lanzamientos de Pionyang.
Este ejercicio se ha incluido en un informe que el Ministerio de Defensa surcoreano ha remitido este lunes a la Asamblea Nacional; informe en el que se asegura que el régimen comunista de Pionyang ‘se acerca a la fase final’ de desarrollo de un misil balístico intercontinental – con el que podría golpear territorio estadounidense – y estima que el régimen seguirá realizando ‘provocaciones estratégicas adicionales’ .
