Durante la primera jornada de reuniones, también se ha abordado la convocatoria de elecciones generales en los territorios de Palestina
Representantes de trece facciones palestinas mantienen reuniones desde este martes en El Cairo con objeto de avanzar en la recuperación de esa unidad política perdida hace más de diez años. Un cónclave que estará supervisado por miembros del servicio secreto egipcio y en el que participan el partido nacionalista Fatah, la organización terrorista Hamás y otras once facciones de menor importancia.
Durante la primera jornada de reuniones, se ha abordado la convocatoria de elecciones generales en los territorios palestinos – algo que no ocurre desde hace más de once años –, la situación en la franja de Gaza tras el regreso de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la reactivación de la Organización para Liberación de Palestina (OLP). El objetivo es que esta última aglutine a todas las facciones, cohesionándolas para alcanzar el común objetivo de constituir un Estado independiente.
Después del regreso de la ANP al gobierno de Gaza, la trascendencia de estas reuniones es notable. Así lo considera, al menos, la ONU, que ha motejado de ‘clave’ el encuentro entre las distintas facciones y ha advertido de que un fracaso en el proceso de reconciliación podría desembocar en un conflicto en Gaza.
El devenir de estas negociaciones se antoja fundamental también de cara a la negociación con Israel. Así, ante las demandas de acabar con el conflicto mediante una solución de dos Estados, el Estado hebreo siempre ha insistido en la necesidad de que no haya más de un interlocutor: Palestina debe ser representada por una única organización en las negociaciones con Israel (no por organizaciones con intereses y dispares visiones del conflicto).
Las relaciones con Estados Unidos, rotas
Todo ello coincide en el tiempo con la decisión de la Autoridad Nacional Palestina de suspender las relaciones con Estados Unidos. Una decisión que viene motivada por el cierre – ordenado por la Casa Blanca – de la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina en Washington.
Así lo ha explicado el portavoz de la ANP, Nabil Abu Rudeina: ‘La decisión se ha tomado en respuesta a la inaceptable medida norteamericana (…) El próximo paso es crucial y una oportunidad para corregir las relaciones palestino-estadounidenses’, ha aseverado Rudeina, quien, en lugar de resignarse a la desesperanza, confía en que Estados Unidos rectifique su postura.
Por su parte, el canciller palestino, Riyad al Malki, ha explicado en una entrevista concedida a la radio ‘Voz de Palestina’ que la ANP no retomará las relaciones con Washington hasta que la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina sea reabierta: ‘Las reuniones con la parte norteamericana serán inútiles mientras se mantengan las oficinas cerradas. Los encuentros entre nosotros y los norteamericanos están básicamente coordinados a través de las oficinas de allí’.
Sea como fuere, esta tensión entre las autoridades palestinas y las estadounidenses constituye un nuevo óbice para alcanzar la paz en Tierra Santa.
