«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Siria, el conflicto sin final: Turquía lanza una operación contra los kurdos

Las tropas turcas van acompañadas de milicianos sirios que se identifican como Ejército Libre de Siria (ELS).


Las Fuerzas Armadas turcas han lanzado una amplia operación terrestre en el cantón kurdo de Afrín, en el extremo noroccidental de Siria, contra el que ayer iniciaron una campaña militar denominada «Rama de olivo».
Los primeros carros de combate cruzaron la frontera siria a las 08.05 GMT en el punto más septentrional de Afrín, cerca del pueblo de Gülbaba en la provincia turca de Kilis, afirmó el primer ministro turco, Binali Yildirim.
Las tropas turcas van acompañadas de milicianos sirios que se identifican como Ejército Libre de Siria (ELS) y que se han trasladado a este frente desde otras zonas del país.
Durante la jornada, aviones de combate turcos volvieron a bombardear las posiciones de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), la milicia kurdosiria que domina el enclave de Afrín y gran parte de Siria nororiental.
Ankara considera a esta milicia un grupo terrorista por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.
Según un comunicado castrense, en las operaciones aéreas de hoy participaron 32 aviones que destruyeron 45 objetivos enemigos, entre refugios, depósitos de munición y posiciones armadas.
Al mediodía, el Gobierno turco confirmó la toma del pueblo sirio de Shengal, a un kilómetro de la linde fronteriza, y poco más tarde, la agencia semipública turca Anadolu aseguró que las tropas se habían adentrado ya cinco kilómetros en territorio sirio.
Al anochecer, el diario turco Hürriyet afirmó, citando fuentes militares, que el Ejército controlaba ya nueve pueblos de la zona.
Las autoridades turcas indicaron que no se habían producido bajas entre sus soldados, pero al anochecer, el YPG afirmó en un comunicado haber matado a cuatro soldados turcos y a diez milicianos sirios aliados de Ankara durante los combates alrededor de Bilbile, una localidad a unos tres kilómetros de la frontera.
Asimismo, el YPG añadió que detuvo el asalto de los turcos en la localidad de Sharran, más al este, en el frente de Azaz.
El YPG se atribuyó haber destruido tres carros de combate de Turquía: dos en Bilbile y uno en Sharran, al tiempo que reconoció que sufrió seis bajas en sus filas desde el sábado.
Por otra parte, cuatro cohetes lanzados desde Siria impactaron en la ciudad fronteriza de Reyhanli, en la provincia turca de Hatay, causando la muerte a un ciudadano sirio y heridas a otras 37 personas, de las que cuatro sufrieron lesiones graves.
Sobre las 17.00 GMT, además, otros cuatro obuses impactaron en Kilis, causando 7 heridos leves, así como daños a algunas viviendas y vehículos.
El viceprimer ministro turco, Bekir Bozdag, subrayó el incidente de Reyhanli en un encuentro con la prensa extranjera para ilustrar la necesidad de poner fin a la presencia del YPG en Afrin.
«Hemos contabilizado un total de 700 casos de fuego de acoso en la frontera, con un resultado de decenas de civiles muertos», declaró Bozdag.
Aclaró que la cifra abarcaba todos los incidentes, incluidos los causados por el Estado Islámico, al que se le atribuyen los bombardeos de Kilis que causaron 22 muertos en 2016, pero aseguraba que «una gran parte» correspondía al YPG.
Bozdag insistió también que la operación en Afrín no se dirige solo contra el YPG sino también contra el EI, tal y como afirman también los comunicados militares, si bien se desconoce que la organización yihadista, enemiga acérrima de las milicias kurdas laicas, tuviera presencia en el cantón.
«Sabemos que los terroristas» del EI están allí. Tras la caída de Al Raqa, algunos han ido a Afrín, han cambiado de atuendo, se han afeitado las barbas y se hacen pasar por miembros del YPG», aseveró Bozdag.
Bozdag recordó que en octubre, las milicias kurdosirias que arrebataron al EI el control de Al Raqa, en alianza con el ejército estadounidense, permitieron la salida de un convoy de combatientes yihadistas, en un acuerdo de evacuación para poner fin a los combates, algo que presentó como muestra de connivencia entre los dos grupos armados.
«Hay elementos» del EI y grupos terroristas de otras partes de Siria en Afrin bajo la protección del YPG, se están entrenando allí. No lo permitiremos. La operación continuará hasta que no quede ni un solo miembro del YPG» o el EI, prometió Bozdag.
«La gente sufre bajo la brutalidad de este grupo terrorista. El objetivo final es establecer instituciones democráticas y devolver la tierra a sus dueños verdaderos», agregó.
Invocó la experiencia de la operación Escudo del Éufrates, lanzada en agosto de 2016 contra las regiones sirias bajo control del Dáesh al norte de Alepo para explicar que tras expulsar a los grupos armados, Turquía facilitaría el establecimiento de servicios de salud, educación y seguridad locales.
Yildirim aseguró hoy que el YPG dispone de entre 8.000 y 10.000 combatientes en Afrin, y Bozdag estimó la población civil de la zona en aproximadamente medio millón, aunque admitió que las cifras varían entre los 400.000 y los 750.000, según la fuente.
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