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Es por la disminución del albedo de la Tierra

Un nuevo informe científico desmiente la teoría del lobby climático: el calentamiento no se produce por el aumento de las concentraciones de CO2

Reunión del Foro Económico Mundial. Europa Press

Nos han dicho desde todos los ángulos posibles que tenemos que hacernos a la idea de ser más pobres y gozar de menos derechos y libertades por el planeta. Hay que hacer todo lo posible por rebajar drásticamente las emisiones de carbono o lo que nos espera a la vuelta de la esquina el apocalipsis climático. Es por nuestro bien, como siempre.

En agosto, el informe Copernicus de la Comisión Europea concluyó que la temperatura media mundial había alcanzado niveles récord en los últimos 12 meses, un aumento de 1,51 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Asimismo, utilizando datos satelitales, Roy Spencer y John Christy de la Universidad de Alabama Huntsville determinaron que la temperatura promedio en agosto fue 0,88 grados más alta que el promedio de 30 años de 1991 a 2020.

No tan deprisa, asegura Ned Nikolov, investigador de la Universidad Estatal de Colorado. La teoría que mantiene el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas es falsa, ha declarado Nikolov a The Epoch Times.

El 20 de agosto, Nikolov y Karl Zeller, meteorólogo retirado del Servicio Forestal de Estados Unidos, publicaron su estudio que concluyó que el calentamiento reciente no es el resultado del aumento del CO2. Tras analizar datos satelitales, los dos investigadores concluyeron que la Tierra se ha calentado porque ha estado absorbiendo más luz solar debido a la reducción de la cobertura de nubes global.

Según la NASA, la atmósfera de la Tierra trabaja constantemente para equilibrar el «presupuesto energético» del planeta, es decir, la cantidad de energía que entra y sale de ella. Después de que la radiación de onda corta del Sol (luz solar) llega a la Tierra, la energía fluye de regreso al espacio en forma de radiación térmica. Si se altera este equilibrio y se absorbe más luz solar o no se escapa suficiente calor al espacio, la temperatura de la Tierra aumentará. Un desequilibrio en el balance energético se conoce como forzamiento radiactivo, en el que la radiación entrante es de onda corta y la radiación saliente es de onda larga (o térmica).

Además, el albedo de la Tierra, la fracción de luz solar reflejada hacia el espacio, afecta la cantidad de radiación que llega a la superficie.

En su Sexto Informe de Evaluación, el IPCC afirma que, debido al aumento de la concentración atmosférica de CO2 proveniente de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el hombre, el presupuesto energético de la Tierra está desequilibrado: se atrapa más energía térmica, lo que da como resultado temperaturas elevadas y océanos más cálidos.

A partir de las mediciones de la NASA y un nuevo modelo de sensibilidad climática derivado de otros datos planetarios, Nikolov y Zeller evaluaron cómo la disminución del albedo de la Tierra afectó la temperatura global durante el siglo XXI.

«El CO2 es un gas invisible que no interfiere con la luz solar. Se cree que atrapa la radiación térmica que proviene de la superficie, pero eso es un error porque la absorción de la radiación de onda larga por el CO2 y el atrapamiento del calor son procesos físicos completamente diferentes. Según la segunda ley de la termodinámica, el atrapamiento del calor es imposible en un sistema abierto como la atmósfera«, dijo Nikolov.

Agregó que si bien el vapor de agua también es un gas de efecto invernadero, se hace visible cuando se condensa y forma nubes. Y debido a que las nubes «reflejan la radiación solar hacia el espacio», su impacto en el clima es «medible y significativo».

«La formación de nubes está parcialmente controlada por fuerzas cósmicas. Cuando las nubes disminuyen, el albedo planetario cae y llega más radiación a la superficie, lo que provoca temperaturas más cálidas. En nuestro artículo, demostramos, utilizando las mejores observaciones disponibles de la plataforma [Nubes y el Sistema de Energía Radiante de la Tierra], que el calentamiento de los últimos 24 años fue causado enteramente por la disminución observada del albedo de la Tierra y no por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero como afirma el IPCC».

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