El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha afirmado que soldados chinos se han sumado a la guerra que mantienen con Rusia tras la detención de dos que han sido convertidos en prisioneros por el ejército ucraniano. El mandatario también ha revelado que su país mantiene la sospecha de que hay muchos más ciudadanos del país asiático integrados en las filas rusas de ocupación, especialmente en el frente oriental.
Durante una reciente comparecencia, Zelenski informó que las fuerzas ucranianas se enfrentaron a un pequeño grupo de seis combatientes de nacionalidad china en una zona del este de Ucrania, logrando capturar a dos de ellos. Uno de los prisioneros fue incluso mostrado en un vídeo difundido por el propio gobierno ucraniano, como prueba de la implicación directa de Pekín en el conflicto.
A raíz de este hallazgo, Kiev ha exigido una respuesta oficial al gobierno chino y ha solicitado una aclaración inmediata sobre el papel que estaría desempeñando en el conflicto bélico. Zelenski ha calificado esta presencia como una señal clara de que China ya forma parte activa del esfuerzo militar ruso.
El presidente ucraniano ha aprovechado el momento para lanzar un contundente llamamiento a Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de naciones aliadas, a quienes ha pedido que no permanezcan en silencio ante lo que considera una peligrosa escalada. «Esto exige una respuesta firme. Una reacción clara de todos aquellos que defienden la paz y el orden internacional», ha declarado.
Este incidente se produce semanas después de que se confirmara la presencia de tropas norcoreanas en la región rusa de Kursk, donde colaboraron con las fuerzas de Moscú para recuperar territorio que estaba en manos ucranianas. Según fuentes de inteligencia occidental, el contingente norcoreano habría tenido un papel relevante en esas operaciones.
En paralelo, Zelenski también ha admitido recientemente que unidades ucranianas han cruzado la frontera para operar en la zona rusa de Bélgorod, en una estrategia ofensiva que marca un nuevo capítulo en el desarrollo de la guerra.
Viaje de Sánchez a China
Precisamente, a lo largo de este martes ha viajado Pedro Sánchez a China en, según ha calificado, «un ejercicio de pragmatismo comercial en tiempos de guerra arancelaria». Ante este movimiento, la propia Unión Europea le ha advertido de que no se puede ir por libre y debe existir una coordinación «al máximo posible» con las líneas de Bruselas.
No es el primer acercamiento del PSOE a este régimen. Zapatero lleva años estableciendo vínculos con Xi Jinping y, en las últimas horas, ha allanado inversiones en automoción que podrían comprometer la estrategia comercial de la UE.
Además, en el pasado, el Partido Popular firmó un «memorando de cooperación» con el Partido Comunista de China para «afianzar la relación de amistad» de la mano de María Dolores Cospedal y Esteban González Pons, hoy vicepresidente del Parlamento Europeo y vicesecretario general del PP.