Los datos de paro registrado en el mes de marzo son una bocanada de aire fresco. El número de parados registrados se redujo en 16.620 personas. Se trata de la mayor reducción del número de arados en España desde marzo del 2006. En términos generales, la caída en el número de parados es prácticamente cuatro veces más que en marzo del año pasado, pese a que entonces coincidió con la Semana Santa. En términos desestacionalizados, el número de parados registrados se redujo en 17.000 personas. El número de afiliados a la Seguridad Social se incrementó en lago más de 84.900 personas, el triple que en el 2013. Si utilizamos el dato desestacionalizado, la afiliación se incrementó en 25.000 personas, el mejor dato desde 2007.
Conclusión: 2.500 parados menos al día. Y es poco, y aún quedan muchos españoles sin empleo, pero es indudable que la Reforma Laboral está funcionando, y si no hay tragedia de por medio, permitirá terminar el año con crecimiento neto de empleo– incluso el primer trimestre del año si se confirman los datos adelantados de crecimiento del PIB por el ministro Luis de Guindos.
En los últimos doce meses se han creado prácticamente 200.000 puestos de trabajo y la promesa del Gobierno es crear un millón de empleos (los perdidos entre el 2011 y el 2013), a finales del 2015. Sin duda, una promesa complicada, pero a la luz de los datos no imposible. Tras haber superado la mayor crisis económica y crediticia de la historia, parece que España ya está al otro lado del túnel, con posibilidad de crear empleo neto con un crecimiento del PIB del 1,4% aproximadamente.
Y dicho esto, los de siempre se empeñan ahora en explicar que el empleo creado es “precario”, como si no tener empleo fuera la panacea de las seguridades. Me recuerda al 2008, cuando en España era un drama ser joven y mileurista porque no se podían comprar una casa en propiedad, una tele de plasma e irse de vacaciones a Vietnam. La memoria es frágil en España y algunos directamente no tienen.
Por supuesto que es mejor tener un trabajo que no tenerlo, y es una evidencia que el mercado laboral español no es, ni puede ser comparable al 2007, porque ninguno de los parámetros son comparables. Ni el 42% del PIB es la construcción y su industria auxiliar aquel año, ni el crecimiento del PIB es del 2,4%, ni el absentismo laboral del 25%. No, el mercado laboral ha cambiado para bien, con el esfuerzo de todos. Ya no se escucha, “yo prefiero seguir en el paro que gano más que trabajando”, o “cuando me queden dos meses de paro me pondré a buscar trabajo”. No ese tipo de comentarios han desaparecido del lenguaje de la gente, entre otras cosas porque ya saben que el cobro del subsidio de desempleo no es una renta paralela, ni siquiera una renta, es un subsidio.
El Ministerio de Fátima la Reformista tiene que abordar ahora el verdadero problema del paro en España, que son esos millones de hombres y mujeres entre 40 y 55 años, con hijos, hipotecas y créditos, incapaces de “reinventarse” y en verdadero riesgo de exclusión social. En 2009, en España había 3.500 nuevos parados al día. Hoy hay 2.500 parados menos cada dia. Algo se habrá hecho bien, o tampoco.