Roberto GarcĆa Castro, profesor del IESE, explica, en un reciente estudio titulado āĀæAdónde va a parar el valor de su empresa?, que por mediación de un modelo estratĆ©gico de gestión denominado CAV es posible cuantificar el valor económico creado por una compaƱĆa durante un periodo de tiempo determinado.
E, igualmente, evaluar la manera en la que el valor que crea la empresa se distribuye entre sus diferentes grupos de interĆ©s: empleados, accionistas, clientes, proveedores, etc.Ā Ā Ā
El citado autor afirma al respecto que la forma en la que una empresa distribuye el valor actualmente determina el valor total que generarĆ” en un futuro.
CompaƱĆas tales como Walmart, durante los 30 aƱos posteriores a su salida a bolsa, o Toyota, en las dĆ©cadas de los 80 y los 90, fomentaron una cultura corporativa basada en repartir valor, es decir, beneficios, acciones y planes sociales, no solo entre sus accionistas sino tambiĆ©n entre sus empleados, proveedores…
ĀæCuĆ”l serĆa el resultado de aplicar a nuestra Administración (la mayor empresa de EspaƱa y la peor gestionada) la citada herramienta CAV para medir el valor que estĆ” repartiendo actualmente entre sus mĆ”ximos accionistas, que son los administrados o ciudadanos espaƱoles?
En el balance de los ciudadanos: recortes presupuestarios en inversión pública e investigación y reducción de prestaciones y servicios sociales.
En el balance de los gestores pĆŗblicos: malversación, politización, despilfarro, gasto pĆŗblico-polĆtico excesivo e improductivo, etc.
Es cierto que nuestro insostenible Estado del bienestar hay que reinventarlo y acotarlo. Pero no es menos cierto que la deuda pública, que estÔ batiendo un récord histórico y que hipotecarÔ a las generaciones futuras, no la han provocado los ciudadanos. Y nuestro descontrolado déficit tampoco.
Determinadas compaƱĆas (en EspaƱa, Gowex representa el penĆŗltimo caso) falsean sus cuentas al objeto de ocultar los problemas económicos reales, perjudicando de esta manera a muchos inversores. Ā
Exactamente igual actĆŗa el Gobierno.
ĀæQuĆ© puede estar ocultando el Gobierno detrĆ”s de una cortina de humo denominada recuperación económica, que de momento es mĆ”s polĆtico-marketiniana que real, puesto que la misma no termina de llegar a las familias, a las pymes y a los autónomos?
¿La existencia de un entorno macroeconómico marcado por una peligrosa combinación compuesta por una burbuja de deuda pública creada por nuestra Administración y una nube en forma de deflación, cada vez de color mÔs oscuro?
Este cóctel molotov podrĆa estallar y provocar una situación de estancamiento económico en EspaƱa. AdemĆ”s, aumentarĆan las dificultades para amortizar nuestra impagable deuda pĆŗblica.
No terminan aquĆ nuestros problemas:
ĀæCómo afectarĆ” a la āposible recuperaciónā de nuestra economĆa el frenazo respecto a las previsiones de crecimiento de la Eurozona? Menor crecimiento, mĆ”s dĆ©ficit… ĀæY la desaceleración de nuestras exportaciones?
ĀæCrĆ©dito a la economĆa real, vĆa BCE? Pero si en EspaƱa no hay demanda de crĆ©dito solvente, debido a que la mayorĆa de las pymes y de los negocios no quieren endeudarse actualmente. ĀæPara quĆ©? ĀæPara trabajar para el Estado? ĀæEntramparse de por vida? ĀæArruinarse por culpa de la Seguridad Social y de Hacienda?
¿Cómo impulsamos el consumo considerando la devaluación salarial propiciada por el Gobierno (supuestamente para impulsar la productividad y, por tanto, la competitividad, pero que ha incrementado la desigualdad) y la alta fiscalidad existente en España, una de las mÔs altas de la UE?
La casta polĆtico-sindical es de los pocos colectivos que tienen dinero para gastar. Esperemos que los polĆticos y los sindicalistas consuman para compensar la nula capacidad de consumo que tienen el resto de espaƱoles.
Finalmente, la realidad se impondrĆ” y demostrarĆ” el grandĆsimo fracaso que ha supuesto la polĆtica económica zapaterista y socialista desarrollada por el Gobierno del PP.
ĀæA quĆ© necesaria reforma estructural alude Draghi cuando se dirige a los gobernantes espaƱoles?Ā
A la Administración PĆŗblica, el bunker de la casta polĆtico-sindical, en el que estĆ”n refugiados todos los parĆ”sitos sociales de nuestro corrupto sistema. (Excluyo a los funcionarios de carrera que han ganado la oposición limpiamente, porque la mayorĆa de ellos son honestos).
Se va acercando el momento de elegir: el PP-PSOE o los espaƱoles.