Se cumple un año y medio de la expropiación de YPF por parte del Gobierno argentino a Repsol, y la petrolera española aún sigue notando en sus balances el desaguisado causado por el gobierno de Kristina Fernández. A finales del año pasado supimos de un viaje sorpresa liderado por el Ministro de Industria a Argentina para intentar desbloquear las negociaciones sobre el “justiprecio” que la española Repsol exige al gobierno argentino por la arbitraria expropiación.
De aquel viaje, al que asistieron representantes de Repsol – aunque no su presidente Antonio Brufau-, representantes de PEMEX ( la petrolera mexicana accionista de Repsol) y representantes de los gobiernos mexicanos y español, supimos la firma de un PRE-acuerdo que fue ratificado posteriormente por el Consejo de Administración de Repsol, no sin puntualizar que las acciones judiciales emprendidas deberían de ser retiradas según fuera posible, y que el acuerdo quedaba condicionado a que el gobierno argentino diera garantía de pago. El acuerdo suponía valorar la participación de Repsol en YPF en unos 5.000 millones de dólares.
De ese acuerdo empezamos a ver los primeros resultados. La semana pasada Repsol pasó de valorar YPF de 5.392 millones de euros que estaban contabilizados en libros, a 3.640 millones de euros, es decir unos 5.000 millones de dólares. Este ajuste obliga a Repsol a aprovisionar 1.279 millones de euros contra los resultados del año 2013, o lo que es lo mismo prácticamente el 60% del beneficio alcanzado en el 2012.
El acuerdo alcanzado incluía una indemnización del Gobierno Argentino a Repsol de 5.000 millones de dólares, en bonos argentinos a diez años y con un interés anual del entorno del 8,5%. A cambio del cobro, la petrolera española se compromete a retirar los pleitos abiertos contra YPF y el gobierno argentino en los diferentes tribunales en los que en su día se plantearon, tanto en España como en el Tribunal de Arbitrajes del Banco Mundial, CIADI, y en donde las reclamaciones de Repsol por YPF prácticamente doblaban el valor que actualmente le da Repsol a su participación expropiada en YPF.
Repsol presentó resultados este miércoles en un Consejo de Administración que había despertado una expectación internacional enorme y en los que hizo buenas las plusvalías alcanzadas por la venta de los activos de GNL que han superado los 2.000 millones de euros el año pasado. YPF lleva meses, junto al gobierno argentino intentado buscar socios internacionales que les acompañen en la explotación del yacimiento de vaca Muerta. Primero se acercaron a Chevron, con quien tienen un acuerdo de explotación conjunto de una parte del yacimiento que comenzó a funcionar en septiembre del año pasado, pero buscan más. De hecho, desde Nueva York se llevan negociaciones al mas alto nivel con posibles inversores entre los que hay fondos de capital riesgo que podrían entrar en la operación en cuanto se finiquite el problema con Repsol.