«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.

Alianza generacional contra Sánchez

14 de junio de 2025

Sánchez puede estar forjando en su contra una gran coalición entre generaciones. Contra él están muchos jóvenes, pero también muchos mayores, de un modo especial, especialmente apasionado.

Los primeros han volcado su ingeniosa oposición con cosas el nombre, sometido a una plasticidad incontrolable. Pedro Sánchez, que empezó jugando con su apellido (SNCHZ) pasó a ser Perro Sánchez y ahora es también Chaperro Sánchez, por su relación con la Sauna Adán.

Pero eso era su familia política. Luego vino la otra familia política, los del Peugeot, Ábalos, Koldo y Cerdán, que según el periodista Papell (e historiador del Real Madrid) ya no serian socialistas sino  seres «supuestamente socialistas».

Los mayores también se revuelven contra Sánchez. Serían los llamados boomers o, si lo españolizamos, los viejardos, Lo Viejardo (como conjunto o marco de referencias). Sánchez ha conseguido, por ejemplo, que Pedro Ruiz vuelva a ser viral con su imitación del presidente, un show para el que se pintó la cara.

Es verdad que Sánchez recordaba a Fabio McNamara, cosa que no me atreví a escribir porque pensé que la gente ya no conoce a McNamara. Me alegró mucho leer un tuit de Iván Vélez en el que además le citaba: «…con la pomulosis y con la pomulitis…».

Pero lo extraordinario es que Sánchez haya conseguido revivir a Pedro Ruiz, hacerlo conectar con lo viral, devolvernos a los años 80, cuando era la gran estrella de la tele. Luego su humor fue sustituido ya definitivamente por los humoristas catalanes* y cuando regresó a Madrid fue en una forma lindante con la oligofrenia.

En esa época mandaba, y cómo mandaba, el PSOE bueno de González y Guerra. En cierto modo, Sánchez provoca el frenesí de Lo Viejardo, sus penúltimos coletazos. Por ejemplo, que la gente retuiteara al gran Moncho Borrajo.

Se ve hasta en Ferraz. El año pasado, con la amnistía, el primer golpe se lo llevó el señor de Ferraz, un hombre entrado en años que arengaba a las masas con su valor. Este año ha vuelto a suceder. Le dieron ayer en la cabeza el pelotazo o porrazo inaugural y volvió a erigirse en Héroe Popular, un boomer en plena sintonía con los jóvenes. Es innegable una cierta sensación de déjà vu.

*Nota: me corrigen muy bien corregido que Pedro Ruíz también es catalán. Donde digo «humor catalán» pongan «humor TV3»

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