«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Nahem Reyes (venezolano, 1979). Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello, Certificate of Strategy and Defense Policy of William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies of National Defense University (Washington, D.C.). Analista y Consultor político, especialista en Relaciones Internacionales y, actualmente es Miembro Asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.
Nahem Reyes (venezolano, 1979). Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello, Certificate of Strategy and Defense Policy of William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies of National Defense University (Washington, D.C.). Analista y Consultor político, especialista en Relaciones Internacionales y, actualmente es Miembro Asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

Amenaza neocomunista en Chile

1 de diciembre de 2021

El domingo 21 de noviembre los chilenos acudieron a las urnas para la primera vuelta de las presidenciales y tendrán que acudir de nuevo el 19 de diciembre para la celebración de la segunda vuelta al no haber un ganador con mayoría de más del 50% de los votos.

La sociedad chilena celebró estas elecciones bajo un clima realmente complejo, de mucha tensión y potenciales brotes de violencia, aunque el proceso se desarrolló afortunadamente de manera tranquila y pacífica. Pero, dicha posibilidad estuvo sobre la mesa debido a que el país, cuya democracia y bienestar económico había constituido una suerte de ejemplo o modelo a seguir en la región, infelizmente ha sido sacudido en los últimos años por unas históricas, masivas, violentas y auto-destructivas manifestaciones con claros signos de terrorismo urbano, una verdadera ola de protestas salvajes que prácticamente derribaron el gobierno de Sebastián Piñera.

En crudo, Chile no sólo afronta este proceso de escogencia democrática de un nuevo presidente, sino se debate ante una profunda y múltiple crisis de carácter político, social y hasta institucional, pues aún está en pleno desarrollo la Constituyente, dominada por asambleístas izquierdistas que seguramente terminarán produciendo una Carta Magna que socavará el Estado liberal weberiano, sentando las bases para implantar en el país tras-andino un modelo neocomunista o uno muy próximo a éste.  

Es en ese complejo escenario tendrá lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales donde se medirán el ganador de la primera vuelta -con el 27,91% de los votos-, el conservador y candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast y por el joven diputado izquierdista de Convergencia Social – Apruebo Dignidad en alianza con el Partido Comunista Chileno, Gabriel Boric, quien alcanzó 25,82%. 

Ahora sobre la base de los resultados… ¿qué podemos esperar? Primero las decantaciones obvias, como los votos del oficialista Sebastián Sichel quien quedó cuarto en la carrera con 12,79% cuyos electores seguramente respaldarán a Kast. Del otro extremo del péndulo y aplicando la lógica electoral, los votos de los aspirantes izquierdistas como Yasna Provoste que obtuvo 11,61% y Marco Enríquez-Ominami con 7,61%, este caudal electoral naturalmente se traslade a Boric. Todo esto permite proyectar el siguiente panorama: un piso para Kast de 40,7%, mientras que para Boric con 45,04%.

Los ataques a Kast en el fondo se deben por ser un candidato coherente, con una sólida postura en defensa de la soberanía nacional, de la democracia, de la familia y de las instituciones vitales del Estado

Con ello no señalo que Boric vaya a ganar, sólo estoy dejando en claro la redefinición del espectro electoral post-21 de noviembre, partiendo de la variable de los resultados de esta primera vuelta. Una segunda variable a considerar es la tradición electoral chilena, según ésta quien gana la primera vuelta tiene asegurado su boleto al Palacio de La Moneda. Como tercera variable y no menos importante, el papel que hoy tiene para el balotaje el candidato liberal Franco Parisi, quien obtuvo una votación nada desdeñable, con su 12,80% y que lo ubicó en el tercer lugar de las primarias, en crudo, Parisi es el gran elector. Su partido hará una consulta ciudadana digital para definir a qué candidato apoyar en la segunda vuelta, aunque ha manifestado que no obligará a sus adherentes a votar a ese candidato.

Ahora cada candidato deberá luchar para captar y ganar ese bolsón del electoral que a fin de cuentas será quien terminará decidiendo el nombre del próximo mandatario chileno.

Por lo pronto, en las primeras semanas de campaña, los militantes izquierdistas han arreciando los ataques contra José Antonio Kast, ya no sólo limitándose a vilipendiarlo acusándolo de «ultra-derechista” o «pinochetista», sino recurriendo a la violencia y agrediendo físicamente a asesores de Kast, incluso hasta de una mujer embarazada, acto que raya en lo criminal, amén de moralmente y políticamente inaceptable.

Los ataques a Kast en el fondo se deben por ser un candidato coherente, con una sólida postura en defensa de la soberanía nacional, de la democracia, de la familia y de las instituciones vitales del Estado mediante un respaldo a la Fuerza Pública, y que se muestra a favor de impedir la inmigración descontrolada e ilegal.

Los izquierdistas rechazan estos aspectos, pues van en contra de la torcida agenda que quieren imponer a trocha y mocha en franca sintonía con las agendas del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, carteles neocomunistas de los que forma parte el Partido Comunista de Chile. Por ello, desde esta modesta tribuna le deseamos el mayor de los éxitos al candidato José Antonio Kast.

Fondo newsletter